El miércoles por la mañana se han reunido el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan José Omella, para hacer entrega del informe sobre los abusos en el seno de la Iglesia Católica.
Desde que hace dos semanas el defensor del Pueblo presentara el documento de más de 700 páginas, basado en una investigación periodística del diario El País y en una campaña de encuestas telefónicas de la casa demoscópica GAD3, Ángel Gabilondo ha hecho una «gira» para difundir el informe.
Precisamente el defensor del Pueblo ya fue recibido por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el pasado 2 de noviembre, puesto que la ley obliga a presentar «las conclusiones y recomendaciones a las Cortes Generales y al Gobierno de España». Antes que Sánchez lo recibió Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, el pasado 27 de octubre.
Según el informe, el 1,13% de los encuestados afirmaron haber sufrido algún tipo de abuso en un ámbito religioso. De ese pequeño porcentaje, menos de un 0,6% de las víctimas fueron abusadas por un sacerdote o religioso. Unas cifras que fueron comentadas por numerosos obispos. Entre ellos, el cardenal Omella, que hoy ha manifestado que la Iglesia va a «seguir trabajando para acabar con esta terrible lacra en la Iglesia y en toda la sociedad».
