El Gobierno de Pedro Sánchez celebró hace unas semanas que saliera adelante su propuesta de que se imparta el catalán como Otra Lengua Nacional (OLN) para los alumnos en las Escuelas Europeas.
La decisión fue adoptada por la Junta de Gobernadores de las Escuelas Europeas reunidos en Chipre con la condición de que España «asuma el coste completo» de la implantación del plan para asegurar la «neutralidad presupuestaria» de la medida.
El Partido Popular criticó la decisión y lo denunció en Bruselas como «pura fachada política». «Es sangrante que Sánchez, en vez de estar centrado en los problemas de la guerra comercial, haya desplegado toda su maquinaria diplomática para lograr un asunto que vende como logro al independentismo (sic) pero que en realidad es pura fachada política y que encima nace fracasado», manifestó Dolors Montserrat.
Mientras, el mismo Partido Popular ha apoyado en el Parlamento gallego —junto al BNG— una propuesta para el uso del gallego en la Eurocámara. La iniciativa, impulsada por los socialistas, contó con el apoyo del Partido Popular, del BNG y de DO. La propuesta la defendió la diputada socialista Silvia Longueira, que señaló que supondría dar «legitimación» y «reconocimiento político» al gallego.
Cabe recordar que uno de los compromisos asumidos por el PSOE con Junts en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez es el reconocimiento del catalán como una lengua oficial de la Unión Europea, un paso que requiere una reforma del reglamento de lenguas comunitarias acordada por unanimidad por los Veintisiete. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pretende —como el PP en el caso del gallego— que pueda usarse en otras instituciones comunitarias y en las sesiones del Parlamento Europeo.
