Tras la última información facilitada por la Guardia Civil, el juez de la Audiencia Nacional García Castillón investiga a Puigdemont, Omnium cultural y Tsunami Democràtic. Pese a que la noticia pilló por sorpresa a los acusados y a gran parte de los medios de comunicación, esta novedad no ha sido tal para los juzgados: el pasado 19 de julio un fiscal de la Audiencia Nacional calificó los actos de Tsunami Democràtic de delitos de terrorismo.
Pocos días antes de las elecciones, uno de los fiscales del tribunal constató que existían «multitud de indicios de solidez incuestionable que convergían en esa hipótesis». Pese a esta acusación, que se ha formalizado meses después y con la investidura ya amarrada, Jesús Alonso, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, decidió enviar un escrito al Juzgado Central de Instrucción número 6 para anular esa tipificación. Una corrección del fiscal elegido por el PSOE que se tramitó tan solo tres días después de las elecciones generales, el 26 de julio.
Apenas unos días después del escrito del fiscal Joaquín González, Jesús Alonso maniobró para eliminar esta tipificación de terrorismo. El jefe del Ministerio Público comunicó al Juzgado Central de la Audiencia Nacional que se trataba de «un traslado erróneo». Un error que ahora es una realidad. De hecho, el Ministerio Público va a recurrir el último auto del juez y lo hará defendiendo como tipo penal los desórdenes públicos agravados, precisamente la tesis que apoyaban las defensas en aquel momento.
En medio de esta polémica, el pasado martes Alonso recibió de su amigo Grande-Marlaska la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. El ministro de Interior presidió el acto e impuso la condecoración al Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional.
