«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La central inició su actividad en 1965 y era símbolo de la prosperidad de la comarca

El Gobierno avanza con la desindustrialización de España: vuelan las tolvas de carbón de la central térmica del Narcea

Central térmica de Soto de la Barca. La Nueva España

La última voladura programada en el marco del desmantelamiento de la central térmica de Soto de la Barca, en Tineo, se llevó a cabo sin contratiempos este miércoles. A las diez y media de la mañana, la carretera AS-15 (corredor del Narcea) fue cerrada al tráfico, y una hora después se procedió a la demolición de la nave de tolvas del grupo 3, una imponente estructura de hormigón armado de casi 44 metros de altura. En cuestión de segundos, el edificio colapsó tras la detonación.

La operación completó el 87% del desmantelamiento de la planta, según informó Naturgy, la empresa encargada de los trabajos. Esta demolición generará alrededor de 1.100 toneladas de metales y 2.600 toneladas de hormigón, que deberán ser procesados y clasificados. Naturgy mantiene la previsión de culminar el desmantelamiento total en el primer semestre de este año, tras haber dado empleo durante años a unas 400 personas.

Aunque trascendental, el derribo de la nave de tolvas atrajo menos atención que otras demoliciones anteriores, especialmente la de las chimeneas emblemáticas de la central. «Fue una voladura sencilla y muy limpia», comentaba Víctor Manuel Álvarez, ex trabajador de la planta, quien también señaló que las chimeneas eran mucho más impactantes visualmente.

El desmantelamiento de la central comenzó en marzo de 2022, con la demolición inicial de chimeneas y silos más pequeños. Uno de los momentos más destacados ocurrió el 20 de diciembre de 2023, cuando se derribó la torre de refrigeración, una estructura icónica de 81 metros de altura y un diámetro de 70 metros en la base. Más tarde, el 19 de septiembre, se realizó la voladura de la caldera del grupo 3, junto con las tolvas de los grupos 1 y 2, y la gran chimenea del grupo 3, la estructura más alta de la central con 200 metros de altura. Construida en 1981 y conectada al resto de la planta en 1984, su derribo fue especialmente emotivo para quienes participaron en su construcción.

La central inició su actividad en 1965 y era símbolo de la prosperidad de la comarca. «Esta central dio de comer a muchas familias durante generaciones y verla desaparecer en minutos es doloroso», expresó la alcaldesa de Tineo, del PP, cuyo partido también apoya la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo que abogan por desindustrializar España.

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