El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha destinado 2,5 millones de euros para la compra de vehículos dirigidos a reforzar las capacidades del Ministerio del Interior de Marruecos en materia de vigilancia fronteriza. Esta operación se ha gestionado a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), presidida por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y financiada en el marco del proyecto europeo para la gestión integrada de fronteras y migración en Marruecos, según avanza OkDiario.
El paquete, dividido en dos lotes, incluye la compra de 183 motocicletas por valor de 660.000 euros y 33 buggies, cuyo costo asciende a 1,9 millones de euros. Ambos vehículos se entregarán en un plazo máximo de nueve meses, siendo el puerto de Tánger Med el destino previsto, aunque podría modificarse según lo solicite Marruecos. Además, el contrato contempla formación técnica en mantenimiento para garantizar la operatividad del material suministrado.
Según el Gobierno, esta inversión busca «mitigar las vulnerabilidades relacionadas con la migración irregular» y «fortalecer las capacidades de control y vigilancia fronteriza2 con un enfoque humanista, alineado con la Estrategia Nacional de Inmigración y Asilo de Marruecos (SNIA). Sin embargo, pese a los significativos recursos destinados a esta cooperación, las entradas irregulares por Ceuta y Melilla se han duplicado en el último año, lo que genera dudas sobre la efectividad de estas medidas.
Desde 2019, la relación de cooperación en seguridad fronteriza entre España y Marruecos ha supuesto la transferencia de decenas de millones de euros a instituciones marroquíes. Además de este último contrato, las donaciones incluyen vehículos todoterreno, camiones, ambulancias, lanchas semirrígidas, cámaras térmicas y visores nocturnos, sumando un total que supera los 120 millones de euros durante el mandato de Sánchez. Fuentes de la Guardia Civil señalan que España no solo aporta el equipamiento, sino que también cubre gastos operativos, como combustible para patrullas terrestres y marítimas de Marruecos.
A pesar de estas inversiones, las cifras reflejan que los flujos migratorios no se han reducido. Organismos policiales y expertos cuestionan si estas medidas, destinadas a reforzar las capacidades marroquíes, están logrando los resultados esperados, mientras el gasto público en esta colaboración sigue aumentando.