«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
También pretenden garantizar su escolarización, formación e inserción laboral

El Gobierno destinará más de seis millones de euros a Ceuta y Melilla para mejorar la atención y el «apoyo psicosocial» a los menas

Grupo de menores extranjeros no acompañados (menas). Confidencial Autonómico

El Ministerio de Sanidad destinará más de 6 millones de euros a las ciudades de Ceuta y Melilla para reforzar la acogida y atención de los menores extranjeros no acompañados (menas). Este presupuesto, correspondiente al ejercicio de 2019, busca mejorar los servicios de atención inmediata, ofrecer apoyo psicosocial y garantizar la escolarización, formación e inserción laboral de estos menores.

De esta cantidad, 2,3 millones de euros estarán destinados a Ceuta, mientras que Melilla recibirá una mayor partida de 4,1 millones de euros. Estas subvenciones también serán compatibles con otras ayudas, tanto públicas como privadas, con el mismo objetivo, según ha informado el Ministerio.

En paralelo, el Puerto de Ceuta ha iniciado la construcción de un muro de tres metros de altura, diseñado para frenar la presión migratoria en esta zona estratégica. La obra, que supondrá un coste aproximado de 2,3 millones de euros, tiene como objetivo impedir el acceso de menores y adultos a las áreas restringidas del puerto, desde donde intentan cruzar clandestinamente a la península como polizones. Se espera que el proyecto esté concluido en marzo de 2020.

Por su parte, el candidato del Partido Popular al Congreso de los Diputados, Guillermo Martínez, ha subrayado la importancia de la reagrupación familiar como solución para los menas. Según Martínez, «los menas estarían mejor con sus familias», y ha vinculado la situación actual con una gestión fronteriza ineficaz por parte del Gobierno: «Si aquí hay menores extranjeros no acompañados, es porque la frontera es un coladero. Y esto sucede porque el Ejecutivo no está cumpliendo su labor de garantizar la seguridad en nuestras fronteras«, afirmó.

Estas actuaciones se enmarcan en un contexto de elevada presión migratoria sobre Ceuta y Melilla, dos ciudades que continúan recibiendo menores extranjeros no acompañados que requieren atención inmediata y servicios específicos.

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