«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Sánchez y Ábalos ignoraron que Rodríguez estaba sujeta a sanciones impuestas por la UE

El Gobierno ha ascendido a los mandos de la Guardia Civil y la Policía Nacional que estuvieron implicados en el Delcygate

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska (i), y el exministro de Transportes José Luis Ábalos (d). Europa Press

Varios mandos de la Policía Nacional y Guardia Civil que estuvieron involucrados en la crisis del Delcygate han recibido ascensos poco después de que estallara el escándalo en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Este patrón ha sido notable especialmente en el Ministerio del Interior, que lideró desde el principio la gestión de la situación. Estos ascensos han generado suspicacias sobre cómo se manejaron las consecuencias de este incidente por parte del Gobierno, tal y como ha adelantado The Objective.

La madrugada del 20 de enero de 2020, el Gobierno español se vio envuelto en un estado de caos cuando aterrizó en Madrid el avión privado de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, había dispuesto todo para recibirla, contando con la autorización del presidente Pedro Sánchez, que se otorgó cuatro días antes. Sin embargo, ambos ignoraron que Rodríguez estaba sujeta a sanciones impuestas por la Unión Europea, incluida la prohibición de entrar al espacio Schengen.

El detonante de la crisis ocurrió cuando el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recibió la alerta de la comisaría de Policía del aeropuerto, lo que provocó una serie de comunicaciones urgentes entre Ábalos, Exteriores y La Moncloa. Para intentar solucionar la situación, Ábalos se dirigió a la terminal privada de Barajas acompañado de su asesor, Koldo García, para reunirse con la vicepresidenta venezolana.

Durante aquella noche, aproximadamente 40 maletas fueron retiradas de la bodega del avión y recogidas por personal de la embajada venezolana. En el aeropuerto también estaba Víctor de Aldama, cabecilla de la trama Koldo, quien había sido contratado por Air Europa para recuperar una deuda con el Gobierno de Venezuela. Esto ha alimentado especulaciones sobre la posible conexión entre las maletas diplomáticas y esos pagos.

El Gobierno mantuvo un silencio prolongado sobre lo que sucedió esa madrugada y ofreció distintas versiones hasta que la pandemia de la covid-19 tomó protagonismo. A lo largo de este tiempo, siempre respaldaron a Ábalos, quien ahora se encuentra bajo investigación por la Audiencia Nacional en el marco del caso Koldo, y se encuentra al borde de la imputación.

Este contexto de ascensos en los cuerpos de seguridad, combinado con la gestión de la crisis del Delcygate, plantea preguntas sobre la rendición de cuentas y la transparencia del Gobierno español en relación con este incidente.

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