Desde el año 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha disfrutado de 88 días de vacaciones. Una cifra a la que hay que sumar los días de descanso del verano de 2023 y de estas últimas navidades, que aún no están actualizadas en la exigua documentación que ha publicado el Ejecutivo.
Así, Sánchez ha disfrutado de trece periodos distintos de vacaciones en las fincas y palacios del Estado, en compañías que La Moncloa no ha querido aclarar y cuyo coste permanece oculto. El departamento de Presidencia recoge todos los viajes del presidente hasta la primavera del año pasado y los documentos ahora publicados reflejan las prioridades de Sánchez: La Mareta, Las Marismillas y Quintos de Mora.
Las tres ubicaciones son idílicas. Los parajes excepcionales que rodean los palacios de Patrimonio del Estado han sido custodiados durante décadas para el Jefe del Estado, el jefe del Gobierno y miembros del Gabinete, aunque de hecho los últimos años sólo disfrute Sánchez de ellos. Sólo se conoce eso, claro, porque no ha trascendido ni la compañía ni el coste de sus viajes a Lanzarote o a la finca toledana.
Fechado a 4 de diciembre de 2023, la Secretaría General de Presidencia del Gobierno oculta en su documento todos los gastos de las lujosas vacaciones de Pedro Sánchez en las propiedades del Estado. Publicar dichas cifras «comprometería —en palabras del gabinete de La Moncloa— el normal funcionamiento de los servicios».
El «normal funcionamiento» no ha impedido, sin embargo, que los españoles conozcamos los días de lujo que el presidente Sánchez disfrutó en agosto de 2020, en plena pandemia. Entonces se dividió sus días de vacaciones entre La Mareta, el palacio que regaló del Rey Husein de Jordania a Don Juan Carlos I, y Las Marismillas en Doñana. Precisamente para adecuar este palacio a las necesidades de Sánchez y sus ocultas compañías, el Gobierno llegó a gastar 335.000 euros procedentes de los Fondos Europeos.