«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Planearon utilizar a tertulianos afines como Maestre o Palomera para «comunicar nuestro relato»

El Gobierno ordenó retirar la publicidad institucional a los medios críticos con el Delcygate

Delcy Rodríguez y Pedro Sánchez

La cúpula del Ministerio de Transportes del Gobierno de España manejó un documento titulado «Estrategia de comunicación Delcygate» para mitigar el deterioro de la imagen pública del entonces ministro José Luis Ábalos, generado por las continuas noticias sobre su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020, a pesar de que ella tenía prohibido pisar suelo europeo.

Este plan de crisis adelantado por el diario ABC, de tres páginas, se encontraba almacenado en el correo corporativo de Isabel Pardo de Vera, quien era presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en ese momento. Los mensajes relacionados han sido recientemente incorporados al sumario del caso Koldo. ABC tuvo acceso al documento, donde se especifica que el «condicionamiento» de los recursos publicitarios debía comunicarse «de forma explícita y con ejemplos concretos a los responsables comerciales de los medios».

El documento detallaba acciones como el «condicionamiento de los recursos de publicidad» no solo de Renfe, sino de todo el «Grupo Mitma» (siglas del Ministerio de Transportes y las empresas públicas vinculadas), al «tratamiento informativo» del asunto. «No se puede premiar a quienes utilizan la difamación para deteriorar la imagen del titular del departamento«, se escribió, destacando que el «Grupo Prisa y Atresmedia» eran «especialmente relevantes» en este apartado.

Pardo de Vera se autoenvió este dossier de crisis sin firmar a su cuenta oficial el 23 de febrero de 2020, 34 días después del encuentro en Barajas entre el ministro y la política venezolana, y tras más de «un mes de ataques» en los medios de comunicación. El análisis del documento destacaba que, para entonces, se había producido un «deterioro de la imagen pública» del ministro y una «cronificación de la crisis», ya que el ‘Delcygate’ se había judicializado en Plaza de Castilla (Madrid) y preocupaba la «participación transversal de los medios de comunicación (no solo de los medios de derechas)» en la cobertura del encuentro. «No es el caso Venezuela, es el caso Ábalos«, señalaron.

La estrategia también contemplaba la «selección de opinadores/articulistas/tertulianos» que pudieran «tener un encuentro con el ministro y comunicar» su versión de los hechos. Entre los mencionados estaban «[Antonio] Maestre, A. [por Antón] Losada, [Esther] Palomera, etc«. El análisis destacaba la «escasez de medios y opinadores relevantes» que defendieran la posición del ministro, así como la «ausencia de un mensaje coral claro» por parte del Gobierno y del PSOE.

El plan incluía nueve líneas de acción, como «implicar de forma activa» al Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, en la comunicación relativa al ‘Delcygate’, «filtrando el acta policial» del encuentro en Barajas o «facilitando una entrevista con el comisario de fronteras«. Para reparar la imagen de Ábalos, proponían mostrar sus «puntos fuertes», su capacidad comunicativa emocional, su compromiso y trayectoria política, y su sensibilidad hacia temas importantes. «El objetivo es comunicar su amplia dimensión humana y política», concluía el plan.

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