El Gobierno de Pedro Sánchez ha utilizado la página web de Patrimonio Nacional para alentar el enfrentamiento entre españoles con falsedades sobre el Valle de los Caídos, lugar que alberga la cruz más grande de toda la cristiandad.
Así, la página web señala que el Valle es «el principal monumento del franquismo», aunque se concibió como un monumento a la paz y a la reconciliación.
«Fue concebido por el dictador Francisco Franco para conmemorar su victoria militar en la guerra (1936-1939) (…) y para enterrar a sus partidarios», dice, aunque en el Valle están enterrados caídos de los dos bandos, los monjes rezan por sus almas y su simbología conecta con la necesidad de cicatrizar heridas: «Una nueva armonía bajo lo que es el signo máximo de la pacificación: la Cruz».
«La Ley 20/2022 (…) establece el monumento como un lugar de reconocimiento, conmemoración, recuerdo y homenaje a todas las víctimas allí inhumadas», añade, sobre una norma que impone una memoria hemipléjica, divide entre españoles buenos y malos, y persigue la libertad de opinión, de cátedra y de asociación.
«Fue construido en buena parte por presos políticos republicanos que trabajaron como mano de obra penada». Los presos eligieron ir al Valle, tal y como narra el historiador Alberto Bárcena en el artículo «¿Funcionó el Valle de los Caídos como un campo de concentración?». Tenían que solicitar su traslado al Valle y acogerse al sistema de Redención de Penas. Hubo tanto trabajadores libres como penados… y a partir de 1947 empezaron a llegar para trabajar presos comunes. «Nadie fue llevado allí contra su voluntad (…). El Patronato Central para la Redención de Penas tramitó millares de solicitudes y el Valle de los Caídos fue un destino especialmente solicitado por los reclusos. La expulsión era la amenaza que el Regidor (director) del Valle solía utilizar para establecer medidas de orden interno», señala Bárcena.
«La ausencia de una resignificación sistemática en el monumento durante décadas ha convertido al Valle de Cuelgamuros en el reducto más polémico de la memoria del franquismo», manifiesta la web.
En documentos fundacionales del Valle, hecho que no recoge la página web, se advierte sobre los fines religiosos, sociales y culturales al servicio de la concordia y de la justicia entre los españoles, y se determina la oración por todos los caídos en la guerra. La idea del Valle, «olvidada» por Sánchez y la jerarquía de la Iglesia, fue que la guerra no se volviera a repetir nunca.

El Papa Juan XXIII resumió las líneas maestras de la espiritualidad del Valle cuando concedió el título de Basílica Menor a la iglesia de la Santa Cruz: «Este monte sobre el que se eleva el signo de la Redención humana ha sido excavado en inmensa cripta, de modo que en sus entrañas se abre un amplísimo templo, donde se ofrecen sacrificios expiatorios y continuos sufragios por los Caídos en la guerra civil de España, y allí, acabados los padecimientos, terminados los trabajos y aplacadas las luchas, duermen juntos el sueño de la paz, a la vez que se ruega sin cesar por toda la nación española».