El edil del PP en Madrid Íñigo Henríquez de Luna, el primero en proponer la celebración de primarias en su partido, en 2008, asegura que el sistema por el que se elegirá el nuevo líder «desincentiva» la participación porque se queda «a medio camino» y no da toda la capacidad de decisión a los militantes.
En una entrevista telefónica con la agencia EFE, el que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre y actual portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Madrid rememora que ya hace diez años los populares rechazaron en el Congreso de Valencia su enmienda para elegir al líder en unas elecciones primarias, en las que a diferencia de en las actuales no interferían para nada los compromisarios.
«Evidentemente, lo que yo he defendido no se ha plasmado. Siempre defendí que fueran los afiliados en primera y en segunda vuelta los que eligieran al presidente, porque, si no, se puede producir que los compromisarios elijan una cosa distinta a los afiliados. A nadie se le escapa que puede ser un problema», lamenta.
El sistema actual, «que se quedó a medio camino», está en parte detrás del «fracaso» que supone la cifra de inscritos -66.384, un 7,6 % del total- para un partido que «ha presumido de tener más de 800.000 afiliados». «Aunque los que estábamos dentro, ya sabíamos que no era cierto», añade.
«El procedimiento disuade: tener que ir a la sede de forma presencial e inscribirte con tu firma es un obstáculo. De cara al futuro habría que quitar este tipo de requisitos y facilitar las votaciones: que se pueda mandar un ‘mail’ o inscribirse por teléfono», apunta el concejal del PP.
Henríquez de Luna, cuya propuesta de 2008 solo obtuvo el apoyo de 69 compromisarios frente a 316 votos en contra y 2 abstenciones, cree que «más pronto que tarde» el PP tendrá un sistema mejor de elección del líder, que incluso podría abrirse a los simpatizantes.
«Siempre he defendido que me parecería bien que la Ley de partidos regulase un mismo procedimiento para todos», reclama Íñigo Henríquez de Luna, que siente «orgullo» por haber contribuido con sus reivindicaciones a abrir el PP a vías democráticas.
«Las primarias fomentan la participación, dan legitimidad y, si se hacen bien, no tienen por qué dividir ni desgastar. Son una oportunidad para que todos planteen su visión, sus ideas y su programa electoral», reflexiona Henríquez de Luna, que cree que, «cuando deciden muchos, se suelen equivocar menos que cuando deciden pocos».
No obstante, lamenta que en la primera vuelta no haya un debate entre los candidatos a dirigir su formación, porque, asegura, a la democracia «hay que ayudarla con transparencia», y «la competencia sana es el motor que hace que las sociedades progresen».
Ante la «situación difícil» que vive el PP tras la moción de censura y la marcha de Mariano Rajoy, los afiliados deben votar con libertad y en conciencia quién es el presidente del partido.
Por ello, cree que las direcciones deberían tratar de interferir «lo menos posible» pero lo «respeta», aunque no está de acuerdo con los líderes que han hecho público ya su candidato, como ha hecho -reseña- el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido.
«Cuando tienes una responsabilidad institucional, creo que tienes que representar a todos», explica Henríquez de Luna, que cree positivo que las organizaciones territoriales mantengan «cierta neutralidad» y señala que «los compromisarios son la representación del poder».
Pese a los déficit del proceso, el concejal dice estar ilusionado con la apertura de su formación a la democracia interna. «En 2008 éramos muy pocos: la enmienda que se debatió se perdió por muchísimo», recuerda Henríquez de Luna, que confía además en que, si hay un «ganador claro», todo el partido se cierre en torno a él en la segunda vuelta.
El próximo 5 de julio los inscritos elegirán entre Pablo Casado, José Manuel García Margallo, Elio Cabanes, José Ramón García Hernández, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, y los dos más votados competirán en el Congreso extraordinario del 20 y 21 de julio.