«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El juez cita a un técnico informático como sospechoso de la muerte de Nisman

El juez argentino Julián Ercolini ha citado este miércoles al técnico informático Diego Lagomarsino para que declare como sospechoso de la muerte en enero de 2015 del fiscal Alberto Nisman, quien días antes había acusado a la entonces presidenta, Cristina Fernández, de encubrimiento de terroristas.

La citación se produce después de que el fiscal encargado del caso pidiera al magistrado la comparecencia de Lagomarsino, quien le había prestado a Nisman el arma que lo mató, y solicitara además que la causa sea calificada como homicidio y no como «muerte dudosa».
Según informaron fuentes judiciales, entre el 20 y 21 de noviembre también deberán acudir a declarar -a petición de Taiano- los cuatro agentes de seguridad de la Policía Federal Argentina que tenía asignados Nisman en el momento de morir, imputados por «incumplimiento de deberes de funcionario público».
El fiscal reclamó estas medidas en una extensa resolución entregada a Ercolini, después de que un informe elaborado por una junta de especialistas policiales y peritos estableciera el pasado septiembre que dos personas golpearon, drogaron con ketamina y asesinaron a Nisman en enero de 2015 en su casa de Buenos Aires.
«Yo pedí, de acuerdo al dictamen de la junta (de peritos), que se lo indague (a Lagomarsino) como partícipe primario del homicidio, porque es quien aportó el arma», señaló Taiano.
Nisman apareció muerto días después de denunciar a Fernández (2007-2015) y funcionarios de su Gobierno, entre otros, por supuesto encubrimiento de los sospechosos iraníes de cometer el atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos.
Hasta el momento, por la muerte sólo está imputado el colaborador informático, por prestar a Nisman el arma que acabó con su vida, que asegura le pidió el propio fiscal para proteger a sus hijas.
Sin embargo, Lagomarsino no había sido investigado hasta ahora por asesinato, sino por una «muerte dudosa», que es como se definió la causa desde el principio, al no haberse podido determinar si fue un suicidio, un homicidio o un suicidio inducido.
Por las nuevas pruebas aportadas en el informe pericial, Taiano pidió este miércoles que cambie el nombre del expediente y se investigue el fallecimiento de Nisman como un homicidio, como defiende la familia del fiscal.
El difunto fiscal creía que la firma de un acuerdo entre Argentina e Irán en 2013 que buscaba una colaboración conjunta para esclarecer el ataque a la AMIA, que también sigue impune, suponía en realidad un pacto para encubrir a los supuestos terroristas con el fin de favorecer el intercambio comercial, algo que la exmandataria siempre ha negado.
 
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