Ayman Adlbi fue reelegido la pasada semana como presidente de la Comisión Islámica de España (CIE) por otros cuatro años pese a estar imputado por financiar el terrorismo islamista. La Comisión Permanente de la entidad, compuesta por 25 miembros, votó mayoritariamente a Adlbi para continuar en el cargo.
Fue detenido en 2021 en el marco de una operación contra una red de financiación del terrorismo islamista. La operación la desarrolló la Comisaría General de Información y guardaba relación con la operación Wamor, que en junio de 2019 desarticuló una red que se dedicaba al envío de fondos a Siria para sufragar el terrorismo.
Él actuó como «máximo responsable» de una trama que transfirió fondos a las milicias islamistas. Según un documento policial, conoció y participó desde 2018 en un esquema financiero para sufragar a grupos ligados a Al Qaeda en Siria, según el documento policial.
El informe, de más de 2.000 páginas, está fechado en noviembre de 2023 y forma parte de las pesquisas por financiación islamista que instruye la Audiencia Nacional, que le mantiene como imputado.
En su discurso, Adlbi afirmó que hay 1.683 comunidades, 27 federaciones (casi todas regionales) y 2,3 millones de musulmanes de España, según el Observatorio Andalusí.
La CIE también renovó su junta directiva que obtuvo el respaldo de la mayoría absoluta de la Comisión Permanente. En el órgano estarán representados las distintas federaciones, concretamente la Unión de Comunidades Islámica de España (Ucide) y Federación de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), entre otras. Su objetivo principal será mejorar la financiación pública.