El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, señaló el pasado sábado que la entidad no será una «muleta» para los partidos separatistas. La entidad plantea un plan para «la independencia de aquí a tres años», una nueva estrategia que recibió el apoyo del 83% de los socios que participaron en las votaciones y que dibuja «un nuevo embate» al conjunto de España.
Desde la ANC se asegura que tienen «margen» para «consumar la independencia» en 2028. El objetivo es «paralizar» y «controlar» Cataluña con huelgas para «recuperar» la «desobediencia civil y la lucha no violenta».
En el acto, celebrado en el Ateneo de Barcelona, Llach explicó «los pasos a seguir en el frente civil, institucional e internacional para desencadenar el nuevo embate por la independencia y defender la república catalana». «La ANC está dispuesta a picar piedra hasta conseguir un movimiento de liberación nacional estructurada y resolutiva», señalaron en la red social X.
Al acto acudieron figuras destacadas de Junts como Jordi Turull, de ERC y de la CUP; la entidad separatista Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), entre otras.