El organizador del atentado contra Alejo Vidal-Quadras huyó de España 24 horas antes de que se consumara el ataque, según publica este jueves en exclusiva El Confidencial. La Policía Nacional identificó a Sami Bekal Bounouare, apodado Pacho, como presunto autor intelectual del intento de asesinato.
El 8 de noviembre se marchó a Marruecos, desde donde siguió dando órdenes mediante llamadas y mensajes al resto de la red criminal encargada de ejecutar el asesinato fallido. En concreto se han intervenido llamadas a Naraya Gómez Mala, un hombre detenido en Granada 13 días después del atentado y que está en prisión desde entonces.
Además, este miércoles la Policía de Colombia detenía en la frontera a uno de los presuntos autores del atentado, un ciudadano venezolano con una orden de búsqueda internacional. El detenido es G. O. Higuera, sobre el que pesaba una orden de búsqueda por un delito de terrorismo en España.
Las pesquisas también se habían dirigido en las últimas semanas a dar con el paradero del que todavía se considera autor material del disparo, Mehrez Ayari, de 37 años, un francés de origen tunecino con múltiples antecedentes en Francia, su país de residencia, que el día del ataque cubrió su rostro con el casco de una moto.
La investigación señalaba indiciariamente la implicación de al menos otras dos personas más, entre ellas el venezolano detenido cuando trataba de entrar en Colombia.
Desde Migraciones de Colombia se informó en redes sociales de que había pasado a disposición de la Policía de este país un venezolano «detectado cuando pretendía entrar al país con alerta roja de Interpol por terrorismo y es solicitado por las autoridades de España».
El propio Vidal-Quadras relacionó al régimen iraní con el intento de asesinato en cuanto pudo hablar con la Policía. El único detenido que ha ingresado en prisión es un ciudadano español converso al islam en su vertiente chiita, aunque a día de hoy esa no parece la principal línea de investigación.
Al mencionado español detenido en Málaga en la ‘Operación Tercio’ los agentes de la Comisaría General de Información lo relacionaron con la compra de la motocicleta que sirvió de vehículo al autor material del delito y que se encontró calcinada en un polígono industrial de Fuenlabrada (Madrid) poco después del ataque.
