El candidato de Cs Albert Rivera cree que no es tan importante los escaños que saque cada partido sino para qué sirven y se ha comprometido a que decidan lo que decidan los españoles, el 11N se «arremangará» para formar gobierno con el PP si dan los numeros o «desbloquear España» desde la oposición.
A cuatro días de las elecciones, Rivera ha hecho hincapié en un desayuno informativo en que lo que más le importa es ser «actor imprescindible» más allá de los diputados que pueda conseguir Cs, refiriéndose a las encuestas, que pronostican una caída importante del partido naranja.
De esta manera, Ciudadanos asume que si es por ellos, no habrá otra repetición de los comicios y si se quedan en la oposición y la mayoría la tiene Sánchez trabajarán para que haya un gran pacto a tres (PSOE, PP y Cs) a cambio de un decálogo de reformas que, según Cs, necesita España.
Este giro se produce después de que Rivera decidiera levantar el veto a Sánchez, con el que concurrió a las elecciones del 28A, en las que el PSOE y Cs sumaron 180 escaños, aunque Sánchez apostó por negociar con Podemos.
Ha insistido en que lo que más le importa es lo que puede hacer con los escaños naranjas que le den los españoles, detallando que su plan A es un gobierno de PP y Ciudadanos, «que es lo deseable», pero si no consiguen la aritmética necesaria entonces pondrá de su parte para desbloquear la legislatura.
«Si no tenemos mayoría no podemos enfadarnos y no respirar, la diferencia entre Casado, Vox y yo es que yo estoy dispuesto a trabajar en el gobierno y en la oposición», ha subrayado.
Es el único candidato, ha señalado, que «a pecho descubierto» ha dicho a los españoles lo que va a hacer con sus votos: «Lo más valiente ahora mismo es arrimar el hombro y desbloquear el país».
Cree, según él, que se puede llegar a acuerdos entre distintos», abogando, si se puede, por un Ejecutivo con el PP «con tintes liberales y que no pacte con los nacionalistas».
Sobre su futuro político en el caso de que las urnas confirmen la debacle que pronostican los sondeos, Rivera ha afirmado que no entró en política «ni por un escaño ni para tener una tarjeta de visita» sino porque quiere a su país, pero, en todo caso, ha asegurado que él no será «un problema ni para España ni para Ciudadanos», sino la solución.