Sábado, 00.15 de la noche en San Sebastián. Un grupo de magrebíes intenta acceder al interior de la discoteca Friends —ubicada en el centro de la ciudad— acompañados de dos chicas que se habían encontrado por la calle. Un portero (de los dos presentes), que los conocía como los «maleantes» por problemas que habían generado en el pasado, les niegan la entrada.
Lejos de aceptarlo, los marroquíes reaccionan de manera agresiva, profiriendo amenazas e insultos a los porteros durante aproximadamente 15 minutos. La situación escala cuando dos de ellos cruzan a un bar cercano, obteniendo botellas de cristal y comenzando a lanzarlas, provocando la rotura de las mismas y poniendo en peligro a los transeúntes.
A pesar de los avisos a la policía local de algunos testigos presentes, la Ertzaina no llega a tiempo, lo que lleva a los porteros a intervenir para protegerse y proteger a quienes contemplan atónitos la violenta escena. En palabras de uno de los implicados, «admitimos que la actuación no fue del todo correcta porque no somos personas violentas y porque abandonamos la puerta de nuestro lugar de trabajo durante unos minutos, pero también tenemos que decir que en ese momento consideramos que fue la única opción que tuvimos».
El incidente ha sido captado en video y rápidamente viralizado en redes sociales, lo que ha generado una ola de críticas y consecuencias para los implicados. La empresa contratada para la seguridad del local ha decidido despedir a uno de los porteros y reubicar al otro —que en ese momento no estaba en horario laboral—, justificando estas acciones como medidas necesarias para «lavar su imagen» y evitar posibles sanciones por supuestas negligencias en la actuación de los empleados. Sin embargo, nada ha tenido que ver en esa decisión el dueño de la discoteca, que conoce de primera mano los peligros a los que se enfrentan.
Y es que desde hace tiempo, tal y como corroboran otros porteros que trabajan en la capital guipuzcoana, grupos de marroquíes se dedican a acosar a porteros de discoteca llegando a hacerles la vida imposible: «Todos los magrebíes que hay por la zona acosan a todos los porteros de San Sebastián… y es algo que día a día lo sufrimos», revelan admitiendo sentirse desamparados.