Para el prior, el Gobierno ha «abierto una cuestión que no era necesaria y de la que ahora parece que no saben cómo salir.
El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha asegurado que ningún miembro del Gobierno de Pedro Sánchez ha hablado con él sobre la exhumación de los restos de Francisco Franco, que «no era necesaria» y «de la que ahora parece que no saben cómo salir».
Así lo afirma el prior del Valle de los Caídos en una entrevista que publica este viernes la revista «Vida Nueva», en la que Cantera denuncia que el Ejecutivo les ha «saltado por completo». «Conmigo no han hablado hasta la fecha. Sólo ha habido comunicaciones por escrito», asegura.
Critica que ni siquiera cuando hicieron una visita a la basílica «que ni habían avisado ni comunicado» le saludaron, mientras han acudido a la Nunciatura y al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, e incluso a Roma. «Pero aquí, nada. Han tratado incluso de crear una aparente tensión, de animadversión entre jerarquía eclesiástica y nosotros», señala.
Sin embargo, según Cantera y a pesar de que reconoce que en algún momento ha habido «diferencias de planteamiento», coinciden en que no se puede exhumar sin el permiso de la familia y en que el caso está judicializado. «Es un lugar sagrado y, si no hay un acuerdo entre las partes, tiene que esperarse a que decida la Justicia o a que se pongan de acuerdo el Gobierno y la familia», afirma.
Afirma que siente el respaldo de sus superiores jerárquicos en Francia y está «al habla» con Osoro. «No todos los días, ni mucho menos, pero sí de vez en cuando, cuando hay alguna noticia importante de la que tenerle al corriente», al igual que ocurre con el Nuncio.
Cree que a él se le ha presentado «en contraposición al resto de la Iglesia» y como un «residuo del Franquismo», mientras asegura que en la abadía benedictina «rezamos diariamente por la reconciliación y por el eterno descanso de todos los difuntos, de todos los caídos del bando nacional y del bando republicano».
Para el prior del Valle de los Caídos, el Gobierno ha «abierto una cuestión que no era necesaria y de la que ahora parece que no saben cómo salir».
Considera, asimismo, que la exhumación de los restos del dictador «reabre viejas heridas del pasado» y señala que todo lo sucedido durante este pasado año lo ha vivido «como una prueba de humildad».
