El Partido Popular de Andalucía podría conseguir hoy su cuarta victoria consecutiva en las urnas, completando así un ciclo electoral exitoso en autonómicas, municipales, generales y europeas. En los últimos días de campaña, tanto el PP como el PSOE han intensificado sus esfuerzos. Juanma Moreno ha realizado dos mítines en el mismo barrio de Triana en tres días, mientras que Juan Espadas cerró la campaña en Sevilla junto a Josep Borrell, candidato estrella del PSOE. Desde ambas sedes se transmite una sensación de máxima igualdad, pero según adelanta el Diario de Sevilla el PSOE ya se prepara para un posible relevo en la figura de Juan Espadas como líder en Andalucía, con rumores de que el diputado jiennense Juanfran Serrano o Montero podrían tomar su lugar.
Muchas voces dentro del PSOE expresan un apoyo casi unánime para que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sea la candidata en las elecciones andaluzas de 2026. Sin embargo, en las últimas semanas ha surgido la idea de que Juanfran Serrano asuma la secretaría general mientras Montero continúa en el Gobierno bajo la estrategia de Pedro Sánchez, similar a lo que hizo con Salvador Illa en Cataluña. Illa permaneció como ministro de Sanidad hasta que se convocaron las elecciones catalanas, y luego, a pesar de estar en la oposición, inició negociaciones intensas para convertirse en presidente de la Generalidad.
Ferraz ha diseñado este plan para Andalucía. Juanfran Serrano, actual secretario adjunto de Organización junto a Santos Cerdán, ha estado involucrado en negociaciones con Carles Puigdemont en Bélgica y Suiza. Cerdán, convencido desde hace tiempo de la necesidad de relevar a Espadas, ha solicitado cambios en la Ejecutiva regional, aunque Espadas solo ha añadido confusión con la creación de estructuras paralelas y múltiples portavoces.
Serrano es considerado la mano derecha de Cerdán, quien, aunque navarro, está familiarizado con la realidad andaluza debido a sus vínculos familiares en Sevilla. La opinión general dentro del partido es que Espadas no ha logrado mejorar su proyección pública como secretario general ni como portavoz en el Senado, y muchos creen que su papel ha sido ineficaz. En resumen, mientras el PP espera consolidar su dominio electoral, el PSOE se enfoca en una reestructuración interna con miras a las futuras elecciones andaluzas.
