El PSOE busca establecer un claro distanciamiento entre José Luis Ábalos y Pedro Sánchez. Tanto que el partido ha confirmado que apoyará el proceso para que el exministro de Transportes sea imputado en el caso Koldo.
La semana pasada y tras recibir el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que señalaba a Ábalos como alguien con un papel «relevante y responsable» en la trama, el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso Koldo solicitó al Congreso verificar su estatus como diputado; el primer paso antes de proceder con la solicitud oficial para imputar al exministro.
El suplicatorio será enviado a la Comisión del Estatuto de los Diputados, que deberá escuchar a Ábalos antes de emitir un informe. Después, ese documento será votado en el Pleno del Congreso. Aunque Ábalos sigue siendo diputado, está suspendido de militancia a la espera de su posible expulsión del partido. Según fuentes del PSOE, respaldarán el suplicatorio para que el Tribunal Supremo pueda proceder con la investigación.
Aunque es común que el partido en el poder apoye estos trámites judiciales, en este caso el PSOE lo ve como una prueba de que Sánchez «no estaba al tanto de los negocios de Ábalos». Sin embargo, la formación nunca explicó por qué destituyó Ábalos y, si esa decisión se hubiera basado en los hechos que hoy se conocen, implicaría que el presidente tenía información sobre posibles actividades ilícitas de su mano derecha.
En Ferraz también niegan haber tenido conocimiento de los supuestos gastos excesivos del exministro, y confían en que, si declara de forma voluntaria y pese a su condición de aforado, no intentará perjudicar al partido. «No hay ninguna manta de la que tirar», insisten fuentes socialistas.
A pesar de la aparente calma en la formación, este escándalo no ha podido salir a la luz en un peor momento para Sánchez. Mientras la Justicia investiga a su mujer, Begoña Gómez, y también a su hermano, David Sánchez, la UCO ha publicado unos Whatsapps que confirman que el presidente autorizó la visita de Delcy Rodríguez a España, pese a que esta tenía prohibida la entrada en el espacio Schengen.
La situación también está generando ya críticas en socios del gobierno, como Podemos. El portavoz de la formación, Pablo Fernández, ha calificado de «poco creíble» que Sánchez no supiera los movimientos de Ábalos, dado que fue una figura clave en su entorno. Fernández también ha exigido explicaciones al presidente y al PSOE, y ha reclamado que se asuman responsabilidades a los más altos niveles.