«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Destacan la limitada capacidad de respuesta del sistema para regular la tensión

El regulador estadounidense culpa a Red Eléctrica del apagón que se cobró la vida de al menos diez personas por la mala planificación operativa

Pedro Sánchez junto a Beatriz Corredor. Redes sociales

La North American Electric Reliability Corporation (NERC), lo equivalente a la antigua Comisión Nacional de Energía en España —cuya recuperación estudia ahora el Gobierno—, ha emitido un informe técnico en el que analiza el apagón eléctrico que dejó sin suministro a parte de la Península Ibérica el pasado 28 de abril. La intención del organismo norteamericano es clara: extraer conclusiones para evitar que un incidente similar afecte a su propia red eléctrica.

El informe, elaborado a partir de datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica, Red Eléctrica de España (REE) y la red europea ENTSO-E, señala sin ambages que una de las principales causas del colapso fue una deficiente planificación operativa. En otras palabras, el dedo apunta hacia REE, tal y como ya hizo el Ejecutivo español en su informe interno.

Entre los fallos detectados, NERC destaca la limitada capacidad de respuesta del sistema para regular la tensión, junto con una regulación ineficaz por parte de los generadores convencionales. También apunta a lagunas en la preparación previa a la operación, señalando que existían «vacíos» o desfases en los modelos y procedimientos aplicados para gestionar el flujo energético en situaciones de inestabilidad.

Durante la rueda de prensa posterior a la presentación del análisis, los técnicos de NERC se mostraron especialmente preocupados por la falta de herramientas de alarma adecuadas para anticipar y mitigar el impacto del incidente. Plantearon, además, si una mayor cantidad de generación conectada al sistema en ese momento habría permitido amortiguar mejor las perturbaciones.

El estudio no se limita al caso ibérico, sino que aprovecha la ocasión para comparar el grado de preparación tecnológica entre ambos lados del Atlántico. En este sentido, los norteamericanos sacan pecho: aseguran que en Estados Unidos ya se aplican controles avanzados de tensión a través de fuentes renovables, se utilizan tecnologías como SVC y STATCOMs de forma sistemática, y los operadores están obligados a compartir información técnica con un mayor nivel de detalle.

Este documento forma parte del programa estratégico de NERC para anticiparse a los riesgos derivados de la rápida transformación del sector eléctrico, impulsada por la integración masiva de renovables. “La clave está en aprender de los errores ajenos antes de que se repitan en casa”, señalaron sus responsables, dejando entrever que la red europea podría necesitar una modernización urgente si quiere mantener su estabilidad en el nuevo paradigma energético.

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