La situación en el sector ferroviario español está siendo cada día más cuestionada, siendo el más notable un descarrilamiento en Madrid. Especialistas de la industria acusan a ADIF y Renfe de gestión ineficaz y piden que haya una mayor presencia de expertos técnicos en lugar de figuras políticas en puestos clave de ambas entidades. Para estos profesionales, resulta incomprensible que, días después del accidente, el tren descarrilado siga obstaculizando una de las principales vías ferroviarias del país.
En las últimas semanas, distintos percances han golpeado la infraestructura ferroviaria en España, generando crecientes preocupaciones entre la opinión pública. Uno de los accidentes más recientes involucró un tren de mercancías con carga peligrosa que se salió de la vía en Matillas, Guadalajara. Sin embargo, otros incidentes previos, como el descarrilamiento entre Atocha y Chamartín en Madrid y el accidente de un AVE en Álora, Málaga, han puesto a Renfe y ADIF en el centro de las críticas.
Los expertos señalan que la falta de conocimientos específicos en los altos cargos de ambas compañías es parte del problema. Según denuncian a The Objective, «los responsables de las empresas públicas no conocen aspectos técnicos esenciales como el sistema de frenos automáticos ASFA, el funcionamiento de la catenaria o las especificaciones de la infraestructura ferroviaria». Esto, advierten, pone en riesgo la eficacia y seguridad del sistema ferroviario, que depende de personal con amplia experiencia técnica y comprensión profunda del sector.
La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) está en proceso de indagar los detalles del accidente en Madrid y ya ha emitido un informe preliminar. Sin embargo, esta investigación ha generado escepticismo, ya que la CIAF es un organismo dependiente del Ministerio de Transportes, lo cual levanta dudas sobre su imparcialidad al ser considerado «juez y parte».