El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado este viernes que continúa el colapso e insalubridad en las salas para solicitar asilo del aeropuerto Madrid-Barajas, donde se «hacinan» una media diaria de unas 150 personas, la mayoría procedentes de países africanos como Kenia, Senegal y ahora especialmente Marruecos, ya que al hacer tránsito en la capital aprovechan para pedir protección internacional.
El 4 de enero, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que se habían tomado ya las medidas para resolver lo que calificó de problema «puntual», lo que motivó que tres jueces remitieran requerimientos para dar una solución urgente.
El SUP, sin embargo, informa de que ha visitado las instalaciones aeroportuarias para comprobar de primera mano la «precaria situación de hacinamiento e insalubridad en la que se encuentran, asilados e inadmitidos», por lo que ha reclamado la urgente intervención de la Administración tras su manifiesta «incompetencia», pese al «ingente esfuerzo» de la jefatura del puesto fronterizo en Barajas.
La situación que describen es la de viajeros que se deshacen de la documentación para pedir protección internacional o que incluso esperan la noche —como dicen que han hecho al menos 60 personas— para escalar los elementos físicos del puesto fronterizo y tratar de entrar irregularmente en territorio español. En algunos casos, advierten, «accediendo a las pistas del aeropuerto con el consiguiente peligro».
El SUP se dirige al Ministerio de Asuntos Exteriores para solicitarle con urgencia que disponga de visados de tránsito a todos los vuelos procedentes de África, en especial de Marruecos, que junto con Senegal son los que están colapsando ahora la sala de tránsito internacional sin llegar a coger nunca los vuelos de enlace que les lleva a sus destinos finales.
El sindicato también pide acondicionar las salas 2, 3 y 4 «con limpieza, medidas de seguridad adecuadas y camas suficientes», ya que son lugares donde pueden permanecer hasta un mes estas personas hasta que se resuelva su situación.
Su requerimiento se dirige también a la Cruz Roja para que se responsabilice de proporcionar la asistencia social que tiene encomendada a los asilados, esto es, dicen, «la limpieza de las zonas donde se encuentran, poniendo los medios de desinfección que sean precisos para evitar la proliferación de enfermedades y recogiendo la basura puntualmente cada día».
Las críticas del SUP se dirigen también hacia AENA, señalando que el gestor aeroportuario «sigue haciendo caso omiso» a los problemas en los que se ven afectados familias con niños que disponen de «un habitáculo sin ventilación ni ventanas, iluminado por luz artificial todo el día, sin duchas y con un único baño para todos los hacinados en colchonetas hinchables sin fumigar».