Mientras disminuye el porcentaje de personas que defiende una mayor descentralización del Estado o directamente la independencia de regiones, cada vez hay más ciudadanos que apuestan por un Estado sin autonomías.
Los partidarios de un único gobierno central sin autonomías han aumentado 2,4 puntos en el barómetro de febrero del CIS, en el que bajan tanto los que prefieren un estado con comunidades con más autonomía como los que quieren que se las reconozca la posibilidad de declarar su independencia.
Según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, elaborada del 1 al 12 de febrero, el porcentaje de quienes apuestan por un Estado con un gobierno central sin autonomías subió ese mes al 20,3 por ciento frente al 17,9 por ciento de enero.
Por contra, bajan 3,2 puntos respecto a enero los que apuestan por un estado con comunidades con más autonomía hasta situarse en febrero en el 12,6 por ciento frente al 15,8 por ciento del mes anterior.
Menguan los independentistas
Casi un punto, un 0,9 por ciento, desciende el porcentaje entre los que defienden un estado en el que se reconozca a las comunidades la posibilidad de convertirse en estados independientes, que en febrero son el 9,7 por ciento de los encuestados y en enero fueron el 10,6 por ciento.
Bajan también los que se decantan por que el Estado autonómico continúe como hasta ahora, un 36,4 por ciento frente al 37,9 registrado en enero, así como los que quieren que las comunidades tengan menos autonomía, que pasan del 10,6 por ciento de enero al 9 por ciento en febrero.
En cuanto a los sentimientos de pertenencia, el barómetro del CIS indica que el 52,6 por ciento de los encuestados se siente tan español como miembro de su comunidad autónoma, el 16,1 por ciento únicamente español y el 6,8 más español que de su comunidad.
El 5,6 por ciento se considera solo ciudadano de su comunidad y el 12,1 por ciento más de su comunidad que español.
El desafío separatista y… ¿las pensiones?
La cifra de personas que apoya un Estado sin autonomías crece mes a mes, barómetro tras barómetro. El motivo principal es el desafío separatista catalán, que ha hecho también descender el porcentaje de ciudadanos que apoya la independencias de los territorios.
Además, en pleno debate por las pensiones, crecen las voces que ponen de manifiesto el gasto elefantiásico que suponen las autonomías y que podrían suplir otras partidas más urgentes.
Las comunidades autónomas cuestan 90.000 millones de euros al año en gastos corrientes, a los que hay que sumar las partidas de subvenciones, inversiones, obras y servicios, con lo que la cantidad asciende a casi 165.000 millones de euros. Frente a ello, las pensiones en España suponen un coste total de 125.000 millones. Es decir, que para garantizar el sistema y mejorar la cantidad que cobran los pensionistas con menos ingresos hay un margen de 40.000 millones de euros al año.
Una cantidad que sería algo inferior dado que el Gobierno Central debería asumir una parte del coste de los servicios que dan las comunidades autónomas y que no están cubiertos por los ayuntamientos y las diputaciones provinciales.
En este sentido, el presidente de VOX, Santiago Abascal, lanzó una campaña el pasado mes de enero para que los españoles elijan si optan por mantener el modelo autonómico o el sistema de pensiones.
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