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Felipe González ruega al juez que no meta en la cárcel a los golpistas

El expresidente socialista Felipe González asegura que al independentismo «no hay que destruirlo» sino «ganarlo».

El expresidente del Gobierno Felipe González deseó este jueves -antes de que Marta Rovira anunciara que se fuga- que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena «no meta en la cárcel a ninguno» de los cargos catalanes a los que va a procesar por su papel en el proceso independentista, entre ellos, el candidato a la investidura a presidente de la Generalitat, Jordi Turull. Además de Forcadell, Romeva, Rull y Bassa.

González se mostró en contra de la entrada en prisión de los otros implicados en el ‘procés’ en el acto de presentación del libro del exministro y excomisario europeo Joaquín Almunia, titulado «Ganar el futuro», que tuvo lugar en el Espacio Bertelsmann de Madrid. «Hay una especie de subasta. Ojalá no se les ocurra meterle en la cárcel a ninguno de ellos, por favor. Ya sé que nado a contracorriente, pero ojalá no lo haga porque al independentismo no hay que destruirlo, hay que ganarlo», sostuvo.

Frente a la estrategia de los separatistas de «violar la ley, que es lo que están haciendo, hacer política antidemocrática», González ha abogado por ser «exquisitamente garantistas». «Es nuestra legitimidad. Pero en el ambiente de polarización que estamos viviendo es muy difícil decir esto, porque da la impresión de que uno está interfiriendo en la independencia», ha añadido el expresidente del Ejecutivo.

González lamentó que la política «se esté degradando» y no esté siendo capaz de remediar el problema de Cataluña: «Hemos judicializado la política porque, como políticos, somos unos inútiles». En su opinión, al traspasar la responsabilidad a los jueces, se está dando pie a «la politización inevitable de la justicia» y a lo que «se llama gobierno de los jueces».

«Nos amparamos en las togas a ver si alguien nos resuelve los problemas y cuando perdemos, vamos a que los resuelvan los jueces. Si me dice que yo resuelva un problema que es suyo, después no me digan que no me meta en política, porque es usted el que está renunciando a hacer política. No nos miremos el ombligo», reflexionó. El exlíder del PSOE remató: «Más alto lo puedo decir, pero más claro parece que no».

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