MazaĀ se consideraba molesto cuando se ponĆa en duda el compromiso de EspaƱa contra la corrupción.
Quien diga que en EspaƱa no se persigue adecuadamente la corrupción Ā«estĆ” fuera de este paĆsĀ», aseguraba en julio el fallecido fiscal general del Estado JosĆ© ManuelĀ Maza, para quien hoy en dĆa Ā«hay mucha menos corrupción de la que habĆa hace unos aƱosĀ».
Como prueba del buen funcionamiento del sistema,Ā MazaĀ alegaba por ejemplo que en el plazo de una semana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, irĆa a declarar como testigo en el juicio de Gürtel, o que la infanta Cristina se habĆa sentado en el banquillo de los acusados en el caso Nóos.
Por ello,Ā MazaĀ se consideraba molesto cuando se ponĆa en duda el compromiso de EspaƱa contra la corrupción. «¿Se me puede decir un solo caso en el que se haya tapado o no se haya querido perseguir la corrupción?Ā», se preguntaba entonces.
A su juicio, la Ā«sensación de corrupción muy importanteĀ» se debĆa al acĆŗmulo de investigaciones y juicios de Ā«hace cuatro aƱos, ocho aƱos, doce aƱosĀ».
MazaĀ expresaba su Ā«tristezaĀ» tras el cese del exjefe de la FiscalĆa Anticorrupción, Manuel Moix, a su juicio tratado Ā«muy injustamenteĀ» por la sociedad en general y aplastado por una Ā«bola de nieveĀ» sin razones Ā«jurĆdicas, Ć©ticas o estĆ©ticasĀ». Poco antes, Moix, que llevaba solo tres meses en el cargo, habĆa dimitido tras la polĆ©mica suscitada al saberse que era propietario, junto a sus hermanos, de una empresa radicada en PanamĆ”, lo que generó un aluvión de crĆticas de la oposición polĆtica.
El aƱo de ejercicio deĀ MazaĀ al frente del ministerio pĆŗblico estuvo muy marcado por la crisis catalana, como tambiĆ©n se puede comprobar en esa entrevista. Entonces, advertĆa de que se perseguirĆa la compra de urnas para el referĆ©ndum separatista unilateral promovido por la Generalitat el pasado 1 de octubre, se hiciese de forma pĆŗblica o encubierta.
ParaĀ Maza, el referĆ©ndum era una aventura sin salida y entonces albergaba la esperanza de que no se llegara a realizar: Ā«Esa es la esperanza que yo tengo, soy muy optimista y estoy convencido de que los catalanes tienen mucho sentido comĆŗn y van a acabar llegando a esa conclusiónĀ». No obstante, ya advertĆa de que Ā«lógicamenteĀ» la FiscalĆa y el Estado de Derecho no tendrĆan mĆ”s remedio que reaccionar si se hiciese Ā«porque un acto ilegal no se puede permitirĀ».
Meses despuĆ©s, su aviso se concretó en dos querellas, cuyo curso todavĆa sigue abierto.
La primera, ante la Audiencia Nacional contra el expresidente catalĆ”n Carles Puigdemont y 13 exconsejeros del Govern por rebelión, sedición y malversación; y la segunda, en el Supremo, por esos mismos delitos, contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y cinco miembros de la Mesa que tramitaron la declaración de independencia.Ā
Leer mĆ”s…
La miseria moral de podemitas y separatistas tras el fallecimiento de Maza