«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Es una imagen lamentable»

Fiscales consideran que la declaración de García Ortiz ante el Supremo causa un daño irreparable a la Fiscalía

Llegada del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, al Tribunal Supremo. Eduardo Parra

Indignación en la Fiscalía ante un hecho sin precedentes: su máximo responsable, Álvaro García Ortiz, comparece este miércoles ante el Tribunal Supremo en calidad de investigado por un presunto delito de revelación de secretos. Para muchos miembros de la Carrera, el daño a la institución ya es irreparable.

«Es una vergüenza que haya arrastrado así a la Fiscalía», lamentan varios fiscales al diario El Debate. La escena de ver al fiscal general desfilando como imputado ante el juez Ángel Hurtado es, para muchos, un golpe a la imagen y credibilidad del Ministerio Público. «Si le importara realmente la reputación de la institución y de quienes no tenemos nada que ver con esto, jamás se habría aferrado al cargo de esta manera», añaden.

«Es una imagen lamentable», comenta un fiscal con décadas de experiencia. «Nunca pensamos ver algo semejante», incide. La opinión predominante entre los profesionales de la Fiscalía es que el daño institucional es difícilmente reversible mientras García Ortiz siga en el cargo.

La comparecencia del fiscal general ante el Supremo se produce apenas un día después de que la Sección Cuarta de la Sala Tercera del Alto Tribunal rechazara, por unanimidad, el recurso presentado por la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) contra su renovación en el cargo. Con esta decisión, los magistrados avalaron la legalidad del nombramiento que el Gobierno ratificó en diciembre de 2022.

A pesar de este respaldo formal a su continuidad, su posición dentro de la Fiscalía es cada vez más insostenible. «Este cargo ha perdido cualquier atisbo de prestigio en sus manos», señala otro fiscal al citado diario.

La declaración de este miércoles marcará un hito en la historia del Ministerio Público, con su máximo representante sentado en el banquillo de los investigados. La pregunta que muchos fiscales se hacen es hasta dónde está dispuesto a llegar García Ortiz para mantenerse en el cargo y cuánto más está dispuesto a arrastrar consigo a la institución.

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