La reunión del Comité Federal del PSOE, que se preveía rutinaria, ha estallado en una jornada marcada por duras críticas internas, dimisiones y nuevas acusaciones que golpean el núcleo de la dirección socialista. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha exigido al presidente del Gobierno y líder del partido, Pedro Sánchez, que someta su liderazgo a una cuestión de confianza o, en su defecto, convoque elecciones generales anticipadas.
Según fuentes presentes en la reunión, García-Page ha advertido que la única vía para «recuperar la confianza» tanto del partido como de los ciudadanos pasa por una acción política contundente, dejando claro que dicha confianza «no puede estar sujeta a chantajes de los independentistas». Además, ha calificado de «insuficientes» las medidas adoptadas hasta el momento por la dirección socialista para hacer frente a lo que ha descrito como «la gravedad de la situación».
La jornada, que arrancaba con intención de ser el primer paso hacia la reconstrucción del PSOE tras la dimisión de Santos Cerdán, se ha visto empañada por las acusaciones de varias mujeres militantes contra Paco Salazar, uno de los nombres que Sánchez había propuesto para su nueva Ejecutiva Federal. Las denuncias por presuntos «comportamientos indebidos» obligaron a Salazar a presentar su renuncia antes incluso de ser nombrado como adjunto a la Secretaría de Organización.