El líder comunista, que se llena la boca a diario hablando de la precariedad del país, alega ahora la fortaleza económica de España para justificar sus millonarias vacaciones.
Alberto Garzón fue uno de los invitados estrella de La Sexta Noticias, donde recibió preguntas sobre la situación en Cataluña, la marcha de su casi extinto partido y la figura de Pablo Iglesias.
Ya casi al final de su intervención, el coordinador federal de Izquierda Unida rechazó las críticas por su boda, una ceremonia con centenares de invitados en un entorno de lujo, que se completará con una luna de miel por Nueva Zelanda a todo tren durante más de un mes.
«Me he casado de una forma absolutamente convencional, como hubiera hecho cualquier persona en este país», aseguró Garzón, que en este caso parece vivir ajeno a la realidad de muchas familias de este país.
«Respecto a mi luna de miel, es algo que entra en la realidad cotidiana de todos los españoles», afirmó el comunista, que lleva años defendiendo la tesis de que este país sufre un «gravísimo problema de precariedad».
Según Garzón, «cualquier español» puede pasarse un mes en Nueva Zelanda: «No tengo fecha definitiva. Me iré cuando este país permita que una persona como yo, con mi responsabilidad política, pueda viajar».
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