Si el Mobile World Congress sigue afincado en Barcelona es, en gran parte, gracias a la generosidad de los contribuyentes españoles -aunque muchos de ellos ni siquiera lo sepan-.
Desde que la Ciudad Condal albergase por primera vez en 2011 el evento, el (despreciado por el separatismo) Estado español se ha dejado al menos 165 millones de euros en subvenciones a su organizador GSMA. Y, según publica El Mundo, la mayor parte de estas aportaciones son ‘’no reintegrables’’, es decir, a fondo perdido.
¿Por qué subvencionarlo?
La decisión la tomó el ministro de Industria de la segunda legislatura de Zapatero, Miguel Sebastián. Tras dejar Cannes, el Mobile World Congress puso rumbo a Barcelona encumbrándose como un evento de éxito y llamando la atención de otros pretendientes. Afirma el citado diario que el Ejecutivo recibió llamadas de otros países con suculentas condiciones para abandonar definitivamente la Ciudad Condal.
Era 2011 y la crisis económica estaba en su punto álgido. Zapatero comenzaba a aplicar sus recortes y era muy complicado presupuestar subvenciones a fondo perdido. Pero Sebastián insistió en la necesidad de atar el eventro y, finalmente, logró el ‘ok’ del expresidente para dedicar una partida de cinco de millones de euros al MWC.
El acuerdo establecía además que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona deberían aportar sendas partidas de cinco millones de euros, al ser los principales beneficiados de la feria internacional.
450 millones de beneficio, en peligro
El contrato firmado con la organizadora del Mobile World Congress vencía en 2018, pero fue prorrogado hasta 2023 por el exministro de Industria del PP, José Manuel Soria. En los once años de vigencia del contrato, el Estado habrá destinado 55 millones de euros a fondo perdido.
Es la misma cifra que habrán aportado la Generalitat y el Ayuntamiento barcelonés. Sin embargo, el exministro Soria dejó escrito en el Real Decreto que proclamaba el acuerdo con los organizadores que ‘’si la Generalitat o el Ayuntamiento incumplen, la Administración Central responde, aunque con derecho a reclamárselo después’’. Una vez más, el Fondo de Liquidez Autonómico vuelve a jugar el papel de salvavidas, dadas las precarias condiciones de las cuentas catalanas.
Y el ‘procés’ puede tener un papel fundamental en el futuro de un congreso que genera alrededor de 450 millones de euros en beneficios. Una de las cláusulas del contrato con el organizador es la posibilidad de cambiar de sede en caso de ‘inestabilidad’ política.
Y TV3 se pregunta sin es rentable…
La cadena pública catalana TV3 se ha preguntado si sale a cuenta albergar el Mobile World Congress en Barcelona y ha manifestado que “los puestos de trabajo que se generan localmente no se pagan a más de 6 euros brutos la hora”. “Con la llegada del MWC se repite un mantra: la lluvia de millones que el evento significa para la ciudad”, ha señalado en un reportaje.
Y todo una vez conocido que se espera alrededor de unos 108.000 asistentes, la misma cifra registrada durante la edición del año pasado, procedentes de alrededor 200 países, y un impacto económico de 471 millones de euros.
La asociación que agrupa la industria del móvil y que impulsa el evento (GSMA) ha calculado además que contará con alrededor 2.300 empresas expositoras, un 1% más que en 2017, y más de 170 delegaciones internacionales, y se crearán 13.000 empleos temporales.
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