El Gobierno de Navarra no ha tenido reparos en mostrar su apoyo a los agresores y ha acudido a la concentración con el objetivo -dicen- de pedir «justicia y proporcionalidad».
Miles de personas, más de 80.000 según la organización y 30.000 según la Policía Nacional, se han manifestado este sábado en Pamplona para expresar su rechazo contra la sentencia que ha condenado a penas de entre 2 y 13 años de prisión a los ocho acusados de dar una brutal paliza a dos guardias civiles y a sus parejas en Alsasua (Navarra) en 2016.
La movilización, convocada por los familiares de los detenidos agrupados en el colectivo Altsasu Gurasoak y la plataforma Altsaukoak aske, ha partido a las 17:00 horas de la explanada frente al estadio El Sadar. Ha estado precedida por una pancarta portada por las familias de los encausados con el lema ‘Ez da justizia. No es justicia’, además de por carteles con las caras de los detenidos con sus nombres y la palabra ‘Aske’ (‘Libre’).
El Gobierno de Navarra no ha tenido reparos en mostrar su apoyo a los agresores y ha acudido a la concentración con el objetivo -dicen- de pedir «justicia y proporcionalidad».
Como había anunciado, el Ejecutivo ha estado presente en la manifestación con el «mismo sentido» en que lo hizo en anteriores movilizaciones, que «no es otro que solicitar justicia y proporcionalidad», ha declarado a los periodistas la portavoz de Ejecutivo, María Solana al inicio de la marcha que ha recorrido las calles de Pamplona con la presencia de miles de personas.
«Es responsabilidad de una institución como el Gobierno acompañar a la sociedad en esta reivindicación porque creemos en ella, creemos que la justicia tiene que ser justa, y creemos que tiene que ser proporcional porque estamos convencidas de que es la única vía para garantizar una convivencia en paz en este caso en esta comunidad», ha dicho.