«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Rajoy, optimista para terminar la legislatura tras el acuerdo con el PNV

La presentación del proyecto de ley de presupuestos por parte del Gobierno se ha ido demorando, entre otros motivos, por la dificultad de negociar con el PNV debido a la evolución de los acontecimientos en Cataluña.


El Gobierno asegura que aún «no hay que cantar victoria» tras el rechazo a las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de presupuestos para 2018 porque aún le queda mucho recorrido parlamentario, pero admite que es un paso importante para hacer realidad el objetivo de agotar la legislatura.
A pesar del difícil panorama político que se aventuraba por la conformación del Congreso tras las últimas elecciones generales, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, aseguró que su meta era conseguir que las siguientes elecciones no tuvieran que adelantarse.
Lo ha venido repitiendo desde que el 29 de octubre de 2016 fue investido presidente por segunda vez tras 314 días en funciones, y lo reiteró incluso junto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando en la conferencia de prensa que ofreció con él en la Casa Blanca en septiembre pasado se refirió a lo que podía ocurrir con los presupuestos de 2018.
En ese momento ya asumió que se iba a retrasar la presentación del proyecto de ley presupuestario pero confió en que las cuentas del Estado para este año se aprobasen en «un tiempo razonable» tras conseguir los apoyos suficientes.
Y fuera cual fuera el resultado de las negociaciones, aseguró que «en ningún caso» iba a adelantar las elecciones.
La presentación del proyecto de ley de presupuestos por parte del Gobierno se ha ido demorando, entre otros motivos, por la dificultad de negociar con el PNV debido a la evolución de los acontecimientos en Cataluña.
Fuentes del Ejecutivo apuntan que aunque no haya habido negociaciones formales hasta las últimas semanas, se han sucedido desde hace tiempo los contactos con este partido, que en todo momento había expresado su rechazo a los presupuestos mientras siguiera en vigor la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
De ahí que aseguren ahora que presentaron el proyecto de ley con plena confianza de que podía salir adelante.
«Aún queda camino por delante, pero el rechazo a las enmiendas de totalidad y el acuerdo con el PNV para la revalorización de las pensiones recompensan los esfuerzos y permiten encarar la tramitación pendiente con expectativas muy positivas», recalcan.
Unas expectativas que aplican también a una larga duración de la legislatura pero subrayando que Rajoy no ha dudado ni un momento, ni aún cuando parecía muy difícil que hubiera nuevos presupuestos, que las elecciones se celebrarán cuando tocan, en 2020.
La situación de Cataluña y la necesidad de seguir haciendo frente a los movimientos de los independentistas catalanes se subraya desde el Gobierno que es un argumento de peso para no alimentar incertidumbres con la convocatoria anticipada de comicios generales.
También apelan a la necesidad de no poner en peligro que se mantenga la misma política económica, ya que consideran que es la que garantiza que se siga avanzando por la misma senda de crecimiento y creación de empleo.
Y en ese contexto recalcan que está al alcance de la mano el objetivo de conseguir que en 2020 haya veinte millones de personas trabajando en España.
En eso aseguran las fuentes citadas que va a seguir volcándose el Gobierno tanto en la tramitación pendiente de los presupuestos de 2018 como en la preparación del techo de gasto para 2019 y de los presupuestos para ese año.
Afirman que las encuestas en las que se augura un notable incremento del voto de Ciudadanos, en gran parte en detrimento de las expectativas electorales del PP, no tienen nada que ver con la intención de Rajoy de dejar pasar el tiempo y que se agote la legislatura.
«Si otros tienen prisa, el presidente no la tiene. Las elecciones, en su momento, y las primeras que tocan son las municipales, autonómicas y europeas en apenas un año», subrayan.
Y apostillan que «si un año es mucho tiempo en política, dos son un mundo. Que nadie -aconsejan- eche las campanas al vuelo».

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