«Es fácilmente imaginable el descontento y desmoralización que cunden entre estos guardias civiles, que además de estar desplazados fuera de su lugar habitual de residencia, lejos de sus familias, afrontan un trabajo cargado de tensión que les obliga a permanecer alerta las 24 horas del día», ha manifestado la AUGC.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ya denunció a comienzos de año que los guardias civiles que permanecían desplegados en Cataluña una vez finalizada la operación Copérnico habían dejado de percibir el plus económico que conllevaba el citado operativo. Esto suponía que, relatan, «manteniendo el mismo ritmo de trabajo anterior -las mismas horas, con los mismos escasos permisos e igual disponibilidad-, debían afrontar esta situación con apenas 27 euros diarios de dieta para afrontar las tres comidas del día, privados así del incentivo que les compensaba por estar fuera de sus hogares y por estar disponibles las 24 horas del día, igual que lo estaban sus predecesores».
Tras la reclamación de AUGC, esto pareció solucionarse momentáneamente. Pero ahora de nuevo hay efectivos que se encuentran en la misma situación que la denunciada en su momento. En concreto se trata de agentes pertenecientes al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de Sevilla, que el pasado 27 de marzo fueron reclamados para desplazarse durante diez días a Cataluña en unas condiciones similares a las establecidas durante la citada Operación Copérnico.
Ante este nuevo requerimiento los guardias civiles nuevamente se prepararon para cumplir su misión. Incluso hubo agentes que renunciaron a sus descansos y a sus días de vacaciones de Semana Santa y se ofrecieron voluntarios para este servicio. «De nuevo los agentes del GRS aceptaban el sacrificio y el riesgo y dejaban atrás sus hogares para marchar hacia Cataluña», manifiesta la AUGC.
Pero su sorpresa fue mayúscula cuando, justo antes de partir hacia Cataluña -con todo el equipaje cargado en los coches oficiales para iniciar la marcha-, les comunican que todo lo anunciado respecto a las dietas y al alojamiento había sido un error y que se hospedarían en las dependencias de la Comandancia de Barcelona. Es decir, que únicamente cobrarían la manutención: alrededor de 27 euros diarios.
Los agentes denuncian esta «argucia» y lamentan que nuevamente su «sacrificio y abnegación eran recompensados con el atropello a sus derechos».
«Por si fuera poco -añaden-, estos guardias civiles fueron alojados en espacios de pequeñas dimensiones, compartidos por cuatro agentes y con baños en mal estado, malos olores, servicio de limpieza inexistente…».
Denuncian asimismo que «no les han ofrecido la planificación de servicio para conocer su horario de trabajo». «El segundo día los reunieron para decirles que en las diez jornadas que iban a permanecer allí no iban a librar ningún día, a lo que había que sumar que algunos compañeros tampoco habían librado la semana anterior», han relatado.
Los días pasaban, explican, «con la mirada puesta en su día de regreso: el viernes seis de abril». Sin embargo, el día anterior los reunieron para comunicarles que no regresarían con sus familias y que se tenían que quedar, en principio, una semana más.
«Es fácilmente imaginable el descontento y desmoralización que cunden entre estos guardias civiles, que además de estar desplazados fuera de su lugar habitual de residencia, lejos de sus familias, afrontan un trabajo cargado de tensión que les obliga a permanecer alerta durante las 24 horas del día. Todo ello con una dieta tan escasa que les obliga a completar de su propio bolsillo una alimentación digna, dado que en una ciudad como Barcelona esos 27 euros diarios difícilmente cubren esa necesidad, además de tener que alojarse en condiciones precarias», han señalado.
Los guardias civiles únicamente exigen «unas condiciones dignas como cualquier agente de Policía en España: conocer sus servicios y horarios con anterioridad, conocer sus descansos semanales y vivir en unas instalaciones limpias y adecuadas en las que se puedan sentir cómodos pese a estar fuera de casa. Y sobre todo recibir unas dietas adecuadas, ya sea IRE u otro concepto que les permita pagar todos los gastos generados allí».