El aumento de víctimas mortales en las carreteras en los años 2016 y 2017 ha puesto de manifiesto que la falta de agentes de la Guardia Civil de Tráfico, estimada en alrededor de 1.600 efectivos, se ha convertido en un auténtico contratiempo para la seguridad vial.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), una vez concluida la operación de tráfico de Semana Santa, ha denunciado la «última desinformación» de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizada -asegura- «con la única pretensión de ocultar la falta de agentes en las vías de comunicación españolas».
El aumento de víctimas mortales en los años 2016 y 2017 ha puesto de manifiesto que la falta de agentes de la Guardia Civil de Tráfico, estimada en alrededor de 1.600 efectivos, se ha convertido en un auténtico contratiempo para la seguridad vial.
«Este problema estructural dentro de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha llevado a la DGT a idear diversas iniciativas en materia de seguridad vial que edulcoren las negativas cifras luctuosas que siguen al alza», ha relatado la organización.
Los agentes califican la creación de la Patrulla Integral, el nuevo modelo de vigilancia en carretera de la Guardia Civil y la DGT, como «totalmente inviable». Este modelo que la DGT denomina como «pionero en Europa» supone que las motos -y también coches patrulla- de la Guardia Civil de Tráfico puedan equipar un etilómetro portátil, un lector de drogas portátil y un cinemómetro láser ligero para tener autonomía a la hora de hacer controles más dinámicos y efectivos.
Esta «suerte de super guardia civil en motocicleta» -así lo califica la AUGC- fue «presentada ante los medios de comunicación a bombo y platillo», pero la realidad, denuncian, es que el dispositivo, «cuya activación debería haber sido efectiva en fechas próximas a la operación de tráfico de Semana Santa, ha quedado en un mero acto de marketing institucional que está rozando el ridículo operativo».
«Lejos de que el único problema sea que las motocicletas estén o no adaptadas para poder transportar todo el material, se está viendo que nada es lo que se había anunciado», han revelado los agentes.
Y es que, tal y como aseguran, el 70% de las unidades no posee aún uno de los 60 Velolaser 1.0 comprados por la DGT y aquellas a las que se los han adjudicado están operando de manera «manifiestamente irregular», ya que los citados radares no están en posesión de los certificados correspondientes expedidos por el Centro Español de Metrología, certificado básico para cualquier aparato de medición y que asegura la validez, coherencia y equivalencia internacional de las mediciones.
«La verdadera intención de estas patrullas -denuncian- era desviar la atención e intentar paliar de alguna forma la alarmante falta de agentes que hay patrullando en las carreteras».
Con este nuevo plan de Patrullas Integrales ha quedado en evidencia lo que los agentes vienen denunciando desde hace tiempo: “La falta de guardias civiles de Tráfico en las carreteras y las medidas y campañas confusas que la DGT y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han puesto en marcha para de alguna forma ocultar este grave problema de reducción de plantilla».