Mientras el ‘Die Zeit’ anticipa que la decisión de no extraditar a Puigdemont por rebelión puede crear una crisis entre España y Alemania, el Handelsblatt pide a los políticos de su país que »cierren la boca».
La corresponsal en Madrid del mayor diario económico alemán, el Handelsblatt, no entiende las palabras de su clase política sobre la extradición del expresidente catalán.
Sandra Louven ha escrito un artículo bajo el titulo ‘’Los politícos alemanes deberían callarse la boca sobre Puigdemont’’ en el que analiza las consecuencias de la decisión del tribunal germano. Comienza señalando que la negativa de la corte a extraditarlo por rebelión ‘’ha sido un duro golpe para los españoles’’ que ‘’vieron cómo Puigdemont y su gobierno se levantaron contra el Estado’’.
Describe que mientras el Ejecutivo español acata las decisiones judiciales, la clase política alemana lanza críticas. Menciona al exlíder de los socialdemócratas, Rolf Mützenich, que la semana pasada dio a entender que España no cree en la independencia judicial. ‘’Sus comentarios también parecen arrojar dudas sobre el estado de derecho en España’’, indica.
‘’Es estúpido y peligroso enfrentarse a un miembro de la UE de esta manera, uno con el que Alemania guarda una particular estrecha relación. Estúpido porque esta crítica mal informada no tiene ninguna base de hecho, y suena como si la hubiese escrito el propio Puigdemont. Y peligroso porque los ataques a España provocarán una reacción negativa, lo que podría conducir a una verdadera crisis política’’, defiende.
Louven critica también las palabras de la titular de Justicia, inmiscuyéndose en los procesos judiciales. ‘’No hay razón para dudar de los jueces españoles, ni para sacar rédito político de sus decisiones’’.
‘’La cuestión de si los acontecimientos en Cataluña se deben entender como rebelión en un sentido legal es, sin embargo, bastante legítima. Precisamente esa pregunta ha sido objeto de fuertes discusiones en España. Ahora parece que la solicitud de extradición del juez español no se mantendrá, pero esa decisión es un asunto de los tribunales, no de los políticos. Y aún menos de los políticos alemanes’’, concluye.
También críticas del ‘Die Zeit’
El semanario alemán «Die Zeit» advierte este jueves en portada de que «Alemania se arriesga a caer en un conflicto altamente explosivo para España y el conjunto de la UE» a raíz del proceso de extradición del expresidente catalán Carles Puigdemont.
El artículo de opinión, firmado por el periodista político Ulrich Ladurner, afirma que el líder secesionista, que reside temporalmente en Berlín mientras la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein decide sobre su caso, «ha colocado explosivos que pueden afectar mucho más allá de las fronteras de España».
Su actual petición de diálogo desde Berlín es, en opinión de Ladurner, «nada más que palabras vacías», un intento de ganar tiempo para conseguir su objetivo: «internacionalizar su conflicto con el Gobierno español».
«Eso no lo debe permitir Alemania. El conflicto sobre Cataluña es una cuestión interna española», afirma Ladurner, que no se posiciona en ningún momento sobre cómo debería resolverse el proceso de extradición.
»A los catalanes no les ha ido nunca mejor que ahora»
El periodista, corresponsal internacional y de guerra durante décadas, lamenta además que Puigdemont haya sido de alguna forma «idealizado» en Alemania: «¿Por qué en su caso se ignora el nacionalismo o se acalla fuertemente?».
Por su parte, considera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debería haber hecho saber «a tiempo» a los catalanes «que tomaba en serio sus deseos de más autonomía» y que «no entendió que la política también consiste en símbolos, gestos y muchas buenas palabras».
El presidente del Ejecutivo, argumenta Ladurner, «no pudo hacer otra cosa que poner límites» a los secesionistas cuando estos llevaron a cabo el referéndum del 1 de octubre.
«La Constitución que Puigdemont ha violado es una historia de éxito. A los catalanes no les ha ido nunca mejor que ahora y es también gracias a esa Constitución. No son un pueblo reprimido y Pugidemont no es un perseguido político», asegura.
La reacción de Justicia española, prosigue, ha sido «excesiva», pero eso no significa que España no sea «un estado de derecho y una democracia parlamentaria consolidada».
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