La asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC) pide tratar como una amenaza global a la Seguridad Nacional la entrada y permanencia de extranjeros excombatientes
en guerras, exmilitares o expolicías, principalmente si lo eran de algún grupo
especial.
Independientes de la Guardia Civil (IGC) requiere que los Servicios de Información e Inteligencia de todos los Cuerpos de Policía compartan información e investiguen preventivamente a excombatientes y exmilitares extranjeros en España, principalmente si han formado parte de grupos especiales o han sido mercenarios.
Actualmente los Servicios de Información de la Guardia Civil investigan preventivamente la amenaza para la Seguridad que pueden suponer personas adheridas a la lucha y combate con el Estado Islámico y sus relaciones internacionales con España. Como consecuencia de ello se han llevado a cabo detenciones en fase primaria de articulación de atentados o actividades de riesgo para la ciudadanía.
Es por eso que IGC considera apropiado que se extienda o aumente la investigación preventiva a personas que llegan a nuestro país habiendo combatido en guerras, o siendo exmilitares o expolicías de Gobiernos extintos tras convulsiones violentas en sus países. De esta manera, los agentes consideran que se puede reducir bastante el riesgo de que se puedan repetir asesinatos de personas y guardias civiles de servicio cuando investigan o realizan servicio preventivo de patrulla, a veces con cierto desconocimiento de los riesgos a los que se exponen eventualmente.
Las cautelas sobre estas personas y un seguimiento sobre sus actuaciones, que
no supongan un menoscabo de sus derechos fundamentales, por cuanto aun no
se conocería la presunta realización de un delito, facilitarían la intervención sobre
los mismos ante una amenaza potencial constatada, evitando que circulen por el territorio nacional, incluso armados, y construyan una amenaza a la Seguridad
Nacional y a la integridad física de las personas.
Independientes de la Guardia Civil trasmite igualmente las condolencias y el dolor de sus socios a las familias de la persona civil que colaboraba con los también asesinados guardias civiles en la provincia de Teruel. Cualquier hecho de este tipo debe suponer una reflexión y un juicio crítico para la mejora y prevención de la seguridad, no sólo de los guardias civiles, sino de cualquier ciudadano, siendo obligado intentar, en la medida de lo posible, reducir al mínimo estos riesgos o evitarlos siempre.
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