Un individuo condenado a 38 años de cárcel por violar y matar a martillazos a su prima el 4 de junio de 2018 en Betancuria (Fuerteventura) ha alegado que se siente «mujer» para entrar en una cárcel de mujeres.
En virtud de la ley, los funcionarios de prisiones le deben llamar «Lorena» —salvo en los documentos oficiales— y deberá tener una celda para sí mismo «salvo orden de dirección expresa en contra», según recoge OkDiario.
Desde la dirección de la cárcel, dependiente de Instituciones Penitenciarias y, por tanto, del Ministerio del Interior, se ha señalado que deberá «permanecer en departamentos de varones mientras no haya una mayor progresión hacia el fenotipo femenino«.
Es preciso señalar que el pasado mes de marzo, tal y como recoge el citado medio, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, reconoció —en una respuesta desde el Portal de Transparencia— que no hay protocolos específicos para la valoración de las solicitudes de traslado a cárceles femeninas de trans.
En este sentido, Instituciones Penitenciarias no revela si se han producido traslados de violadores a alguna cárcel de mujeres amparándose en la protección de datos.