El Ministerio del Interior ha actualizado la cifra oficial de víctimas mortales por las consecuencias de la DANA a 219 tras los hallazgos de los dos últimos cuerpos que seguían desaparecidos en Letur (Albacete), por lo que el número de muertos en Castilla-La Mancha sube a siete mientras que en la Comunidad Valenciana se mantiene en 211 y uno en Andalucía.
En la región valenciana miles de afectados denuncian la negligencia de ambas administraciones. Desde el Gobierno valenciano han señalado que la llamada del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a la consejera valenciana de Interior, Salomé Pradas, no se produjo hasta las 20.00h horas del fatídico martes 29 de octubre. Lo hizo para advertir del riesgo de rotura de la presa de Forata, según recoge El Mundo.
La decisión de enviar a la población el aviso de Protección Civil pidiendo que no se saliera a la calle fue a raíz de esa llamada. El mensaje, remitido a todos los móviles, se lanzó a las 20.11h y no llegó hasta las 20.15h en algunos casos. En ese momento decenas de personas estaban atrapadas. El Centro de Emergencias de la Comunidad Valenciana había recibido las llamadas desesperadas de varios alcaldes para pedir ayuda.
Las lluvias torrenciales pillaron absolutamente desprevenidas a localidades como Paiporta, Benetúser o Catarroja, considerados la zona cero de la tragedia. Y no se produjeron como consecuencia de la rotura de la presa de la que alertó Morán, sino por el desbordamiento del barranco del Poyo, una circunstancia sobre la que no informó en el CECOPI el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, según denuncia el Gobierno de Carlos Mazón. Fuentes de la CHJ aseveran que la función de este organismo es «brindar la información que se le requiere y eso se hizo».
«La Confederación Hidrográfica del Júcar no comunicaba nada sobre la evolución del caudal del barranco del Poyo desde las 16:13 horas», insisten desde el Ejecutivo de Mazón, que han puesto el foco en el organismo estatal por pasarse «dos horas y media sin decir absolutamente nada de la emergencia de la situación del barranco» del Poyo.
El último correo electrónico que envió la CHJ sobre el caudal del Poyo fue a las 16.13h, cuando sólo corrían 28,7 metros cúbicos de agua por segundo. El siguiente no se envió hasta las 18.43 horas, cuando el caudal del Poyo estaba ya por los 1.686 metros cúbicos por segundo.
El desbordamiento de este caudal fue el que provocó los mayores daños. Aun así, no se avisó a la población hasta más de una hora después de este último correo, cuando Morán se puso en contacto telefónico con la consejera Pradas.
