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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La demagogia de Podemos con Felipe VI: mariscadas y viajes millonarios

La caída electoral de Podemos impulsa la enésima campaña de sus dirigentes contra la monarquía, una de las instituciones más valoradas del país.


Las últimas encuestas otorgan a Podemos la cuarta plaza de cara a unas hipotéticas elecciones generales. Unos resultados que preocupan, y mucho, a los dirigentes del partido morado por lo que Pablo Iglesias y sus acólitos han iniciado una campaña destinada a incendiar sus bases para recuperar pulso electoral.
Este fin de semana, la víctima elegida ha sido Felipe VI. El monarca decidió pasar sus días de asueto esquiando con su familia, algo que parece prohibido para los altos cargos del partido morado que aprovecharon la ocasión para cargar contra la monarquía.
Las críticas de Irene Montero o Juan Carlos Monedero a Felipe VI obtuvieron la respuesta de las redes sociales. No obstante, la monarquía es una de las instituciones mejor valoradas por los españoles junto con la policía y el ejército.


Monedero, tirando de su habitual verborrea cargada de demagogia, acusó a Felipe VI de «dejar de lado» a los pensionistas, que este fin de semana se han movilizado contra el Gobierno por las ínfimas subidas llevadas a cabo en los últimos años. «Los Borbones siempre con el pueblo», sentenció Monedero.
Algunos internautas le recordaron el millonario viaje de Alberto Garzón, socio de Podemos y líder de la ya casi extinta Izquierda Unida, a Nueva Zelanda por su luna de miel.


Irene Montero tampoco quiso desaprovechar la ocasión de cargar contra el monarca: «Felipe VI, preocupado por el incumplimiento del art.50 de la Constitución y trabajando duro para garantizar pensiones dignas», aseveró.


Conviene recordar las cenas en restaurantes de lujo de la portavoz de Podemos o el viaje a Berlín financiado con dinero público para acudir a una manifestación que congregó la friolera de 50 personas.
En Podemos son conscientes de que la deriva nacionalista les ha pasado factura. El partido ha mantenido una posición ambigua con respecto a la independencia de Cataluña, pero a la hora de la verdad siempre se han posicionado en favor de los golpistas. Iglesias ha pasado de ser presidenciable ha convertirse en el cuarto líder en la cámara y sólo un escenario revolucionario podría dar un vuelco a todas las encuestas.
El propio Iglesias, apoyado por la interminable lista de dirigentes de su formación, trata de avivar a sus bases y promover movilizaciones en todo el país. Sin embargo, parece que buena parte de la ciudadanía ha calado el discurso de Podemos y, después del último episodio en Lavapiés, son muchos los que consideran que el líder ha perdido toda su credibilidad.

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