La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha cobrado 319.000 euros en sobresueldos desde 2016 hasta 2024.
Así lo señala un informe en manos del patronato del centro, que detalla que Blasco habría recibido 30.000 euros anuales en complementos salariales no justificados, además de pagos por regalías futuras.
La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) ya había advertido de esta anomalía en 2019, señalando que Blasco percibió complementos indebidos por un total de 90.197 euros correspondientes a los años 2016, 2017 y 2018. El informe añade que este dinero no ha sido devuelto y detalla que las cantidades cobradas excedían el límite salarial establecido en su contrato. Pese a las alertas de la IGAE, Blasco continuó percibiendo estos pagos hasta 2024, acumulando 240.000 euros adicionales en ese periodo.
El resto del monto irregular, aproximadamente 79.000 euros, proviene de regalías que la directora se asignó bajo una normativa diseñada por ella misma en 2014. Este sistema permitía a los empleados públicos recibir compensaciones por licencias de sus investigaciones, pero, según el informe, Blasco habría cobrado anticipos basados en beneficios futuros, un esquema que la IGAE declaró ilegal.
Mientras el CNIO lidia con un déficit de 4,5 millones de euros y una caída del 22 % en sus ingresos desde que Blasco asumió el cargo en 2011, la directora ostenta un considerable patrimonio inmobiliario. Es propietaria de un chalet de 1.665 metros cuadrados en Tres Cantos (Madrid), un piso en pleno centro de la capital, dos inmuebles y un terreno en Galicia, además de una finca rústica en Alicante. Parte de estas propiedades han sido adquiridas en los años en los que cobró un salario superior al estipulado.
La continuidad de María Blasco en el CNIO se decidirá este miércoles 29 de enero durante una reunión clave del patronato, integrado por 15 representantes de diversos ministerios y asociaciones. Este organismo deberá evaluar tres informes: uno presentado por la propia Blasco, otro elaborado por el director gerente Juan Arroyo, a quien ella responsabiliza de las cuentas del centro, y un tercer documento firmado por jefes de grupo que piden su destitución.