«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
cuando apenas contaba con un único trabajador fijo en plantilla

La empresa de Cerdán incorporó a un directivo de la petrolera chavista PDVSA justo antes del Delcygate

Santos Cerdán y Zapatero.

La trama que envuelve a Santos Cerdán sigue sumando conexiones inquietantes. La pequeña empresa navarra Servinabar, de la que el ex secretario de Organización del PSOE posee el 45% de las acciones, no sólo ha sido beneficiaria de adjudicaciones millonarias del Gobierno foral presidido por María Chivite, sino que también fichó en 2019 a un ex alto cargo de PDVSA, la petrolera estatal venezolana, cuando apenas contaba con un único trabajador fijo en plantilla.

El contratado fue Reinaldo Díez Esparza, responsable de Supervisión y Auditoría Ambiental en PDVSA entre 2011 y 2018. Su incorporación a Servinabar se produjo en noviembre de 2019, apenas dos meses antes del Delcygate, el escándalo del encuentro secreto en el aeropuerto de Madrid-Barajas entre José Luis Ábalos y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, según detalla The Objective.

Desde su llegada, Díez Esparza asumió el área de Calidad y Medioambiente, coordinando obras en Navarra, Galicia y La Rioja, mientras la empresa multiplicaba ingresos durante 2020 y 2021, incluso en plena pandemia. Después llegarían las adjudicaciones millonarias: más de 100 millones de euros en contratos públicos bajo el mandato de Chivite, y 40 millones adicionales en subvenciones gestionadas por el ministro Óscar Puente.

La relación con Venezuela no terminó ahí. Tras conseguir la adjudicación del Túnel de Velate por 86 millones de euros, Antxon Alonso, socio de Cerdán en Servinabar, fichó a otro perfil vinculado al entorno venezolano: José A. Lorcas, un ingeniero que comenzó su carrera en Venezuela, trabajó en Acciona en Ecuador desde 2017 y en 2024 se incorporó a Servinabar para participar en la obra de duplicación de los túneles de Velate y Almandoz.

¿Cómo acaban un ex alto cargo de PDVSA y un ingeniero de Acciona en Ecuador trabajando en una pequeña empresa navarra? Es la pregunta que ahora se abren los investigadores.

La conexión venezolana tiene ramificaciones aún más delicadas. Víctor de Aldama, hombre de confianza de Delcy Rodríguez y uno de los principales investigados, habría diseñado —según fuentes del entramado— un esquema para exportar petróleo venezolano a España, sorteando las sanciones internacionales. Parte del dinero procedente de este negocio habría terminado en bolsillos de altos dirigentes políticos españoles, entre los que las fuentes mencionan al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

La Guardia Civil, a través de la UCO, investiga un sistema de fraude fiscal multimillonario basado en la evasión del IVA en operaciones de venta de combustible. Empresarios conocedores de la trama detallan que el crudo venezolano, del tipo Merey (alto contenido de azufre), llegaba a España utilizando República Dominicana como plataforma intermedia, donde era refinado y cambiado de denominación de origen para burlar las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.

En uno de esos desplazamientos, Aldama habría acompañado a Zapatero en un vuelo privado a Caracas, como él mismo desveló públicamente en el programa Horizonte de Iker Jiménez. «Zapatero sabe perfectamente lo que ha pasado dentro de su partido. Me han pedido que le lleve en mi avión privado de Caracas a Santo Domingo y le he llevado. Que explique qué hacía conmigo en ese avión», retó Aldama.

Los investigadores consideran que la empresa de Santos Cerdán, Servinabar, podría ser una nueva pieza de este entramado en el que, según fuentes del propio caso, Zapatero actuaba como «ideólogo» y Cerdán como su «fontanero» político.

Mientras tanto, el caso sigue avanzando y la conexión entre la trama del PSOE, Venezuela y el negocio del petróleo sancionado se consolida como una de las líneas más explosivas de la investigación.

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