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Prevén introducir sanciones rápidas que irán desde los 600 hasta los 30.000 euros

La Generalidad intensificará los controles en espacios públicos ante el «alarmante» aumento de apuñalamientos

El excomisario jefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero (i), y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra Eduard Sallent (d) - Europa Press

Los Mossos d’Esquadra, junto a otras fuerzas de seguridad y la seguridad privada, han decidido intensificar los controles en espacios públicos y transportes a partir de esta semana con el objetivo de frenar la proliferación de armas blancas en las calles. Este esfuerzo se enfocará tanto en las zonas de ocio diurno y nocturno como en eventos multitudinarios, y se mantendrá en vigor hasta que se logre reducir significativamente la presencia de cuchillos en la vía pública.

La consejera de Interior y Seguridad Pública, Núria Parlon, acompañada por el comisario jefe Miquel Esquius y el director general Josep Lluís Trapero, anunció la medida subrayando que el «plan Daga», puesto en marcha en 2023 para interceptar armas en espacios públicos, se reforzará aún más. El nuevo enfoque busca concienciar a la población de que llevar armas blancas en la calle sin motivo justificado está prohibido y será severamente castigado.

Este plan no sólo se centrará en la detección y confiscación de armas, sino también en campañas preventivas y sanciones rápidas, que van desde los 600 hasta los 30.000 euros. Según Parlon, la agilidad en la imposición de multas será clave para disuadir la presencia de armas blancas: «Queremos que las sanciones se tramiten con rapidez para que tengan un verdadero efecto disuasorio».

Trapero destacó que esta decisión responde a un aumento alarmante de incidentes relacionados con armas blancas, lo que ha generado una sensación de inseguridad entre la ciudadanía. Además, se crearán «espacios de protección reforzada» donde se intensificarán los controles preventivos y se registrará a las personas para buscar este tipo de armas.

El comisario Esquius explicó que a principios de 2023 ya se identificó un incremento preocupante en la tenencia de armas, lo que impulsó la creación del plan Daga. Entre enero y agosto de este año, se decomisaron 6.252 armas blancas, un aumento significativo en comparación con años anteriores, lo que evidencia una escalada en la violencia y en la normalización del uso de estas armas entre ciertos grupos. Principalmente, y basándose en los datos, de inmigrantes magrebíes y bandas latinas.

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