La Guardia Civil ha llevado a cabo dos operaciones antiterroristas de gran relevancia en el inicio de este año, resultando en la detención de dos hombres por su implicación en actividades de terrorismo yihadista, según fuentes del cuerpo. La operación más destacada y alarmante ha sido la realizada en Ceuta, donde se ha detenido a un combatiente de DAESH considerado extremadamente peligroso.
En Valencia, se ha detenido a un individuo inmerso en un profundo proceso de radicalización. «Este sujeto había accedido a una gran cantidad de propaganda yihadista de DAESH a través de internet, lo cual ha facilitado su proceso de auto-formación terrorista», afirmaron fuentes de la Guardia Civil. La operación ha sido dirigida por el Juzgado Central de Instrucción nº1 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y tras su puesta a disposición judicial, se ha decretado su ingreso en prisión.
Sin embargo, la operación de mayor impacto ha ocurrido en Ceuta, donde la Guardia Civil ha detenido a un retornado de la guerra de Siria, un foreign terrorist fighter de nacionalidad tunecina que materializó su entrada a Ceuta aprovechando las oleadas de entradas ilegales a nado que tienen lugar con cada vez más frecuencia en la ciudad, según fuentes policiales. Este individuo es calificado como «muy peligroso» por su experiencia y formación en el conflicto sirio. «La investigación desarrollada puso de manifiesto que esta persona se desplazó en 2016 a Siria con el fin de unirse a una organización terrorista», detallaron las fuentes.
«El retorno de individuos como este representa un grave riesgo para la seguridad nacional, dado su conocimiento en el uso de armas y explosivos adquiridos en el conflicto», añadieron desde la Guardia Civil. Tras su captura, y en coordinación con el Grupo Central de Expulsiones de la Policía Nacional, el detenido ha sido expulsado a su país de origen.
«El acceso constante a la narrativa terrorista a través de la propaganda no sólo radicaliza al individuo, sino que también puede extender esta radicalización a su entorno», explicaron desde la Guardia Civil, destacando la importancia de las operaciones realizadas para la prevención de futuros atentados.
El contexto de estas detenciones se enmarca en un incremento significativo de las llegadas ilegales a Ceuta. Según fuentes de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF) de la Policía Nacional, en lo que va de año se han detectado más de un centenar de entradas ilegales en la ciudad, lo que supone un incremento de casi un 200% en comparación con los datos del año pasado. Este aumento ha creado un escenario de mayor vigilancia y preocupación por la seguridad.
Las cifras de entradas ilegales y la reciente detención de un combatiente de DAESH subrayan nuevamente la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y control en Ceuta. Este incremento tan significativo es indicativo de una tendencia que requiere atención inmediata y respuestas adaptadas a la nueva realidad migratoria y de seguridad.