«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Guardias civiles, tras el comunicado: 'ETA demuestra su cobardía y cinismo'

Recuerdan que los terroristas no colaboran para resolver los más de 300 asesinatos que siguen impunes y permiten que sus cachorros les acosen en localidades como en Oñate (Guipúzcoa) o Alsasua (Navarra).


La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) ha señalado que «la petición de perdón de ETA a las víctimas del terrorismo y sus familia no es sincera desde el momento en el que solicita un respeto mutuo a la sociedad» cuando los etarras «han sido los asesinos».
En un comunicado en relación al difundido por la banda terrorista, la AEGC añade que «ETA no puede creer que este perdón le va a servir para dejar impunes a los asesinos de una tercera parte de las víctimas mortales que ocasionó». Recuerda que los terroristas «siguen sin colaborar para resolver 312 asesinatos e innumerables atentados con heridos que siguen impunes ni entregar las armas y permitiendo que sus cachorros acosen en localidades como Alsasua, Oñate o Bera a guardias civiles que tienen que seguir viviendo con sus familias escondidos para no ser agredidos e insultados».
En la misma línea, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha asegurado que ETA ha vuelto a atentar contra la Guardia Civil, en concreto, contra la memoria de los dos centenares largos de víctimas y sus familiares, entre los que se encuentran niños asesinados.
A ninguno de ellos les piden perdón sus asesinos, critica la AUGC, antes de reprochar que esta petición solo se dirija a las «víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto». Por eso, se pregunta si los niños asesinados en las casas cuartel, como las de Vic o Zaragoza, eran también parte del «conflicto» o si solo lo eran sus padres y madres.
Para la AUGC, el comunicado, en el que se emplea el término de «lucha armada» para eludir llamar al terrorismo por su nombre, es una nueva muestra de «la cobardía y la falsedad» de la banda. La asociación recuerda que durante su «macabra historia», ETA ha asesinado a 230 guardias civiles, una colectivo que se sitúa como el que en mayor medida ha sufrido la «barbarie criminal» de la banda terrorista.
Pese a este hecho, no pide perdón a las víctimas y familiares de este colectivo, sino que, en su «proverbial cinismo», la banda terrorista asegura que este perdón «a la carta» se pide «con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna».
Así, considera que si ETA realmente hubiera querido pedir perdón, lo tenía muy fácil pero, por el contrario, en su escrito ha vuelto a justificar el asesinato de guardias civiles, militares y policías, e incluso a concejales, empresarios o periodistas, porque se desconoce cuál es el ámbito de «participación directa en el conflicto».
También recuerda que la vida de los guardias civiles todavía está muy lejos de la normalidad en Navarra y el País Vasco, con situaciones de acoso diarias que provoca que los agentes y sus familias sufran «aislamiento» y «miedo» a moverse con normalidad por pueblos y ciudades de estas comunidades autónomas. En este sentido, cita como la muestra «más palmaria» el ataque sufrido en octubre de 2016 en Alsasua por dos agentes y sus parejas, cuyos autores han sido juzgados por terrorismo esta semana en la Audiencia Nacional.

La Policía exige a los etarras colaborar con la Justicia

Tras el anuncio de disolución esta semana, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cosío, ya manifestó este jueves que la banda solo trata de «acaparar la atención de los medios, una vez más» mediante «anuncios o comunicados vacíos». Para la policía, ha dicho, ETA es «una organización criminal que durante décadas trató de someter al Estado español y al pueblo vasco», por lo que su único «interés y obligación» sigue siendo «perseguir a sus miembros con causas pendientes y ponerlos a disposición de la Justicia».
En este sentido, el portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), José María Benito, declaró que «la disolución de ETA es necesaria, pero no suficiente». A su juicio, los terroristas deberían colaborar en la resolución de los más de 300 crímenes no esclarecidos. Para este sindicato, no hay que «caer en la trampa» y tratarlos «con generosidad» ni beneficios extras, sino que han de cumplir con la Justicia.

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