«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Con la llegada de Irene Montero, los casos de disforia de género se multiplicaron

La ideología trans llega a los hospitales públicos: sustituyen la palabra mujer por «pacientes femeninos»

Aseos del Hospital de Alcorcón - X (@NuriaCSopelana)

La ideología de género ya ha llegado a los hospitales públicos en España. En los baños, donde antes se distinguía cuál debía ser el acceso para cada género con las palabras «hombre» y «mujer», se ha sustituido estos conceptos por «aseo de pacientes femeninos».

Desde la llegada de Irene Montero al Ministerio de Igualdad, y con el impulso de leyes sin respaldo científico, como la polémica Ley Trans, los casos de disforia de género han aumentado considerablemente. Uno de los aspectos más controvertidos ha sido el cambio de sexo en los registros civiles, lo que ha generado diversas irregularidades y fraudes legales. Más de 6.000 personas han completado este proceso en España —la mayoría para pasar de hombres a mujeres—, y la legislación sigue intentando expandir su alcance, llegando incluso al ámbito sanitario.

El Hospital Universitario de Alcorcón, en el sur de Madrid, ha sido uno de los primeros centros en adoptar las disposiciones del Gobierno en esta materia. Ahora, en lugar de contar sólo con baños designados para mujeres, se ha habilitado un «aseo para pacientes femeninos», lo que permite que tanto mujeres como hombres que han transicionado compartan el mismo espacio, según ha adelantado el diario El Debate.

Ya a principios de año, el Ministerio de Sanidad presentó el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023. Este documento, además de proponer la inclusión de datos relacionados con la identidad y expresión de género en los historiales clínicos, sugiere la recolección de información privada sobre la orientación sexual y el sexo asignado al nacer. Esta medida, que ha sido criticada por algunos sectores, incluye preguntas que algunos consideran irrelevantes para la atención médica, tales como «qué sexo se le asignó al nacer», lo que ha sido visto como una imposición de la ideología de género.

Además, en departamentos como el de anestesia, se ha observado una especial atención en incluir la «identidad de género» en sus registros. Entre las categorías que ofrecen a los pacientes se encuentran «mujer», «no binario» o «no se identifica con ninguna». Esto ha generado polémica, pues algunos profesionales y ciudadanos consideran que estas clasificaciones subjetivas pueden afectar la precisión y objetividad de los registros médicos.

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