Magdalena Valerio dejó muchas dudas acerca de la postura del Gobierno con respecto a los casos de corrupción.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha asegurado, en referencia al caso de Jorge Rodríguez, detenido en la operación Alquería por presunta corrupción en la Diputación de Valencia, que cuando una persona se dedica a la política debe «venir con las manos limpias y con las manos limpias irse».
En una entrevista en Antena 3, Valerio ha puntualizado que no conoce el caso concreto de este político, que ha sido suspendido de todos sus cargos por el PSPV-PSOE, pero ha considerado que en la acción política hay que ser «como la mujer del César» y cumplir «estrictos códigos éticos».
«Desgraciadamente la condición humana es la condición humana. Y esto por desgracia está repartido por familias, es así, lo que hay que hacer es ser contundentes. La corrupción hace un daño inmenso a la democracia, a la credibilidad del sistema democrático. Uno de los problemas que hemos tenido estos años es que la política ha perdido credibilidad porque en los partidos se nos han introducido una serie de corruptos que han devaluado la grandeza de la política como entrega y como servicio público», ha justificado.
Valerio ha lamentado que este tipo de casos hacen un «daño inmenso» a la democracia y que el sistema ha perdido credibilidad porque en los partidos se han introducido corruptos que han devaluado «la grandeza de la entrega» que la política supone.
Ha instado a tomar medidas y tener «tolerancia cero» con este tipo de comportamientos, no solo porque hacen daño a la institución o al partido al que afectan, sino porque «lo peor» es que dañan a todo el sistema democrático y a la ciudadanía «que madruga para trabajar o buscar curro y pagan impuestos».
Por eso, no se puede consentir el «amiguismo» ni utilizar dinero público para cuestiones que no son servir a la ciudadanía, ha advertido.
