El escándalo del caso Koldo sigue creciendo. A las tramas de corrupción, comisiones y tráfico de influencias se suma ahora un nuevo frente: la okupación de un piso de lujo en pleno centro de Madrid por parte de la expareja de José Luis Ábalos. Según la Guardia Civil, Jéssica Rodríguez estuvo varios meses instalada en una vivienda de Plaza de España sin abonar el alquiler, pese a los requerimientos para que la abandonara.
El inmueble en cuestión, valorado en 2.700 euros mensuales, era sufragado por Luis Alberto Escolano, socio de Víctor Aldama, uno de los nombres clave del caso. La Unidad Central Operativa (UCO) interceptó varios mensajes y capturas de pantalla que confirman que la joven vivió como okupa durante casi medio año. Así lo refleja uno de los informes a los que ha tenido acceso La Razón.
Entre el material intervenido figura una conversación de WhatsApp entre Ábalos y Koldo García. En ella, el exministro socialista reconoce el problema. «Yo si fuese el abogado del propietario hubiese demandado a todo cristo y que el juez decida (…). En esta mierda me has metido con el puto piso«, escribió Ábalos, según los mensajes reenviados por él mismo a Koldo.
«Está zumbada», llegó a decir el exministro sobre quien fue su pareja durante años. Koldo, por su parte, se mostró sorprendido de que Jesica siguiera en el piso, pues supuestamente se habría ido en diciembre. «Si se quedó es su problema, tiene varias notificaciones diciendo que se tenía que ir en enero«, respondió el exasesor. La conversación tuvo lugar el 30 de marzo de 2022.
El relato se sostiene con otros datos. El 1 de abril, la inmobiliaria contactó con Jesica para coordinar la salida. «Buenos días Jesica, espero que te encuentres muy bien, te contacto para intentar coordinar la hora del check out presencial pasado mañana«, le escribieron. La respuesta fue evasiva: «Dejo las llaves en recepción«, lo que molestó a los responsables, que insistieron en que debía hacerse una entrega presencial para verificar el estado de la vivienda.
Jesica respondió que no estaba «emocionalmente» en condiciones para el trámite. «Lo siento. Dejo las llaves dentro y te escribo cuando me vaya. Más no te puedo decir«, afirmó la odontóloga, según los mensajes recogidos en el informe. Desde la inmobiliaria le recordaron la necesidad de firmar una carta de entrega pacífica, que no llegó a presentar.
En los mensajes también se revela que utilizó justificantes médicos conseguidos a través de un amigo del sistema público de salud para justificar su permanencia en el piso. «Si alguien se entera, se le cae el pelo«, dijo. Un indicio más del entramado de favores, privilegios y protección institucional que ha rodeado a personas vinculadas al exministro.
La Guardia Civil considera probado que la exnovia de Ábalos vivió de forma irregular en el inmueble durante varios meses, hasta su marcha definitiva en abril de 2022. En los informes no consta que firmara el documento de salida voluntaria