El colectivo muestra unas ideas políticas diferenciadas a la media de la población catalana, notablemente escoradas hacia el nacionalismo y además es muy militante en su defensa.
Maestro. Esta es, según según la plataforma Convivencia Cívica Catalana, la profesión más independentista de Cataluña. En su último informe detalla que el profesorado en Cataluña es un colectivo «con opiniones políticas notablemente escoradas hacia el nacionalismo y muy militante en su defensa», y que un 61% de los maestros son favorables a la secesión.
Esta plataforma, que preside Francisco Caja, sustenta su afirmación en un análisis de los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Destaca que «mientras entre el conjunto de ciudadanos catalanes, la opción mayoritaria de sentimiento de pertenencia es ‘tan español como catalán’, entre los docentes la elección mayoritaria es ‘únicamente catalán'».
Convivencia Cívica Catalana ha analizado los sentimientos de pertenencia por profesiones y ha concluido que el empleo de Cataluña donde más personas se sienten ‘únicamente catalanes’ es el profesorado, con un 41%, el doble que la media de la población (21%). Le siguen los trabajadores agrícolas (31%) y los comerciantes propietarios de tiendas (30%), «es decir, los ‘payeses’ y los ‘botiguers'».
Destaca que si se analizan los sentimientos de pertenencia por profesiones, la ocupación de Cataluña donde más personas se sienten ‘únicamente catalanes’ es la de profesores, con un 41%, el doble que la media de la población (21%). La plataforma asegura que un 61% de profesores en Cataluña «son favorables a la posibilidad de convertirse en un estado independiente, 23 puntos superior a la media de la población catalana (38%)».
Votantes de ERC
Según el estudio de Convivencia Cívica Catalana, el comportamiento electoral de los profesores catalanes también difiere de la media ya que «el porcentaje de votos del profesorado catalán al PP no llega a un tercio de la media de la población catalana y al PSOE también es inferior en cinco puntos porcentuales».
«Por el contrario, los maestros catalanes votan a ERC en una proporción que duplica a la media de la población», añade. Les siguen a distancia ocupaciones tales como los profesionales de enfermería (17%), los agentes comerciales (16%), los directores de departamentos de administración (15%) y los comerciantes propietarios de tiendas (15%).
Por provincias, según la plataforma, «el apoyo al secesionismo alcanza el 56% entre los docentes de secundaria en la demarcación de Barcelona, el 75% en Lleida y Tarragona y el 88% (casi 9 de cada 10 docentes) en Gerona«.
«De todo lo anterior cabe deducir que la educación de las nuevas generaciones de catalanes está en manos de un colectivo sustancialmente más nacionalista que la media de la población. Ello ayuda a entender numerosos episodios vividos en las últimas fechas en Cataluña como el apoyo de docentes al referéndum ilegal del 1 de octubre o a huelgas políticas que no han triunfado en otros sectores de la sociedad», señala la plataforma.
Recalca que el profesorado en Cataluña muestra, hablando en términos globales, unas ideas políticas diferenciadas a la media de la población catalana, notablemente escoradas hacia el nacionalismo y además es muy militante en su defensa.
La plataforma expresa que cabe preguntarse si ello es casual o ha sido «deliberadamente buscado por los sucesivos gobiernos catalanes, de cuyas directrices dependen la práctica totalidad de centros educativos en Cataluña: directamente los públicos e indirectamente, los concertados».
Recuerda que en los años 90 diversos medios sacaron a la luz el borrador del que iba a ser el programa ideológico de Convergencia, un programa integral de catalanización y entre cuyos objetivos se fijaba, con relación a los maestros, “promover que en las escuelas universitarias de formación del profesorado se incorpore el conocimiento de la realidad nacional catalana”, “velar por la composición de los tribunales de oposición” o “reorganizar el cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza. Vigilar de cerca la elección de este personal».
Convivencia Cívica Catalana subraya que la escuela en Cataluña debería enseñar a los alumnos a pensar y no a qué pensar, y que la selección de los docentes debería efectuarse en base a criterios estrictamente profesionales y alejados por completo de la política.
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