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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La respuesta de una veterinaria a Évole: 'Ha sesgado la información'

Una veterinaria acusa al presentador de mostrar una zona dedicada a animales enfermos como si estuviesen destinados para el consumo.


Las críticas contra Jordi Évole por su reportaje sobre la industria cárnica no cesan. Si este lunes recibía una contundente respuesta por parte de la empresa El Pozo, que le acusaba de no haber informado con veracidad, hoy llega la carta abierta de Gema del Caño, una veterinaria que se ha hartado de la «manipulación».
En una carta en Medium, Del Caño ha asegurado que Évole «se ha equivocado hoy en su programa sobre las granjas»: «Ha mezclado cerdos de dos patas, con otros de cuatro y un poquito de sesgo de información. Le ha salido una plasta de las memorables».
Para su interés, reproducimos la carta al completo:
Ha mezclado la denuncia de las condiciones laborales con el estado de UNA granja y, sinceramente, si se hubiera esforzado en separar las dos cuestiones se habría dado cuenta de que le daba para varios programas. Podría haber buscado más ejemplos para corroborar sus argumentos.
Como de condiciones laborales no sé, pues no hablo, ojalá esta denuncia solucione algo. Y de la falta de inspectores opino que si esto ayuda a que pongan más, bienvenido sea.
Pero en cuanto a las condiciones de la granja le puedo decir que ha visitado pocas, y lo entiendo, con una única y deplorable que le haya dicho una ONG ya tiene hecho el programa.
Y se vuelve a equivocar: primero porque las imágenes que muestra son de una zona específica de animales enfermos. Es un horror cómo está, no se lo niego, pero ese pequeño detalle se le ha «olvidado» contarlo. De verdad que lo siento por los animales, pero también enferman, les separan y probablemente les sacrificarán. Es una mierda, pero hoy usted no hablaba de lo injusta que es la vida, hoy hablaba de hacernos creer que estos animales llegaban a nuestros platos. Y no es así, si esos animales enfermos intentaran entrar en las instalaciones de una industria, quedarían paralizados en la puerta. Los controles de materia prima que se hacen son más que suficientes para garantizar que el cerdo que entra es apto. Por la cuenta que les tiene, ¡no sea ingenuo! Ninguna empresa se jugaría una denuncia por intoxicación por utilizar animales enfermos.
Y segundo: ¿de verdad cree que le hace daño a El Pozo? Se vuelve a equivocar, hace daño a miles y miles de pequeños ganaderos honrados que cuidan de sus granjas. Usted les ha puesto en tela de juicio, a ellos y a su durísimo trabajo diario. El Pozo hace anuncios «cuquis» y vende barato. Ya lo siento, pero lo que diga usted es una pequeña piedra en el zapato para El Pozo y un muro para los pequeños ganaderos.
Pero no contento con eso, se queda tan fresco alarmando a la sociedad con la alimentación y los antibióticos tergiversando un problema real para asustar. Porque el miedo vende, ¿verdad? Y lo sabe.
Le explico, tenemos un problema con los antibióticos, no sólo con los de los animalitos de cuatro patas, también con los de dos. Y es un problema serio, abusamos de ellos. Mucho. Los tomamos cuando no es necesario, se utilizan de forma «preventiva»… y eso genera resistencias, en los de cuatro y en los de dos. Pero esas resistencias no están relacionadas con el consumo de la carne ya que no es posible sacrificar un animal que no ha superado el periodo de seguridad después de haber estado expuesto a antibióticos. Ni carne, ni huevos, ni leche. Todos estos productos se controlan exhaustivamente y a nuestro plato nos llega con, como mucho, residuos de los mismos.
Podría haber contado el problema de verdad, que también da miedo: al abusar de antibióticos veterinarios, generamos bacterias multiresistentes como la Salmonella, Campylobacter, Klebsiella, E.coli o Pseudomonas que, al estar en contacto con humanos, pueden dispersarse y buenos disgustos nos dan luego.
Si hubiera querido ayudar, podría haber aprovechado su programa para recordar que: tanto los antibióticos veterinarios como los humanos deben tener un uso racional y ser recetados por su médico o veterinario. Le entiendo, esto vende menos.
Y todos sabemos a lo que estamos.
Un saludo, Sr. Évole.

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