El exasesor Koldo García intentó cobrar directamente comisiones ilegales derivadas de adjudicaciones de obra pública, sin recurrir a intermediarios. Según la investigación del Tribunal Supremo, dichas mordidas habrían sido pactadas junto a al exministro de Transportes José Luis Ábalos y con el empresario Víctor de Aldama, considerado un comisionista clave en la red de corrupción que también salpica al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
Las conversaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entre García y José Ruz, propietario de Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC) e investigado por pagos irregulares, han revelado que el exasesor buscó negociar directamente con el empresario, dejando de lado a Aldama, quien había sido el vínculo inicial entre ambos.
El informe entregado el pasado 5 de junio al juez instructor Leopoldo Puente ha detallado cómo García y Ruz actuaron de forma coordinada para ocultar sus tratos a Aldama. En sus comunicaciones, se referían a este último con apodos como “el niño”, “el perro” o “el pitbull”. En uno de los mensajes intervenidos, fechado el 25 de agosto de 2020, Ruz le escribe a García: «Buenos días, jefe. Ayer estuve con el niño y le dije que el miércoles tengo cita con esta persona, que me la conseguiste cuando nos vimos en Valencia. Pero yo no le dije que nos vimos ayer tú y yo, como quedamos. Un abrazo».
Este y otros mensajes llevaron a la UCO a concluir que, aunque al principio Aldama medió en la relación entre García y Ruz, con el tiempo ambos comenzaron a comunicarse directamente y lo excluyeron de sus conversaciones y encuentros. Tal como recoge el informe remitido al Alto Tribunal: «A lo largo de la investigación se ha puesto de manifiesto que la relación entre Koldo y José Ruz, en origen, estuvo marcada por la intermediación de Aldama; si bien, con el paso del tiempo, pasaron a comunicarse de forma directa, sin su participación. De hecho, se ha observado cómo intentaban ocultarle sus reuniones y conversaciones».
